El quinto de la tarde
Cuando el equipo visitante consiguió el quinto gol, el entrenador local, sabía que estaba cesado, por eso, nada más terminar el partido, se puso a hacer la maleta.
Siesta a plazos
Después de comer, durmió una ligera siesta y cuando despertó, se dio cuenta de que no había terminado el postre, se levantó, lo acabó y volvió a dormirse.
Hambriento
El bebé lloraba porque tenía hambre, por eso se cagó, para dejar sitio al biberón.
Aislamiento letal
El cadáver presentaba síntomas evidentes de muerte por soledad.
Calvicie asumida
¡Vendo peluca, ya no me importa ser calvo!
Fran Laviada