El sol insoportable del verano hacía sudar a Manolo, pero él sabía que debía mantenerse en movimiento para cumplir con su objetivo, que era participar en la carrera solidaria de 10 kilómetros para recaudar fondos destinados a la investigación contra enfermedades raras.
Con cada palabra que escribía en su libreta, Ingrid sentía que su mundo se ampliaba en la búsqueda de espacios desconocidos y sus ideas fluían sin límites. Escribir era su pasión, su vía de escape, su forma de enfrentarse a la ansiedad que la atosigaba a diario.
La ciudad estaba sumida en el caos más absoluto después de la tormenta .
Fran Laviada