Diez años antes…
El día 7 de diciembre de 1989, el estado de Texas, ejecutó mediante inyección letal a Carlos de Luna, acusado del asesinato de Wanda López durante un robo en una gasolinera. Pasados unos años, y después de una serie de investigaciones, se demostró que Carlos de Luna era inocente, pues el verdadero culpable, tenía un gran parecido físico con él, como posteriormente se pudo comprobar.
Y el final de la historia fue…
Por desgracia se dan en la realidad circunstancias trágicas y a la vez incomprensibles en las que muchas personas inocentes son encarceladas .Y no siempre su historia tiene un final feliz como el del relato protagonizado por Robert Ramírez. Pues muchos casos, como el de Carlos de Luna, se repiten a lo largo de los años. Siguen pagando justos por pecadores, y a muchos, por desgracia para ellos, les llega demasiado tarde la confirmación de su inocencia, pues ya han sido ejecutados.
¡Qué injusticia tan cruel!
Otros, son algo más afortunados, si se puede considerar suerte pasar varios años en la cárcel, sin haber cometido ningún delito. Como en su momento ocurrió con el antiguo boxeador profesional y aspirante a la corona mundial del peso medio, Rubin Huracán Carter, que permaneció encarcelado casi veinte años, acusado de un triple asesinato del que era inocente. Un caso que adquirió fama mundial a partir de la canción Hurricane (del álbum Desire), compuesta por Bob Dylan y dedicada al ex púgil injustamente encarcelado.
Robert Ramírez, durante el poco tiempo que estuvo encerrado, hasta la celebración del juicio que demostró su inocencia, dijo que escuchar temas de Bob Dylan era frecuente en la prisión. Pues el alcaide era un fanático del músico de Minnesota, y queriendo compartir sus gustos con todos los reclusos, les ponía sus canciones casi a diario en los altavoces situados en el patio de recreo del recinto penitenciario.
Uno de los pasatiempos que con más entusiasmo disfrutó Ramírez durante su encierro, fue ver películas, sobre todo aquellas que estaban relacionadas con el boxeo, que era su deporte favorito. Y así, pudo deleitarse de nuevo viendo Toro Salvaje, Rocky, The Boxer, Más dura será la caída, Campeón, El ídolo de barro, y otras, aunque dijo que su favorita era Huracán Carter, dirigida en 1999 por Norman Jewison, protagonizada por Denzel Washington, que incluso estuvo nominado al Oscar, por interpretar a Carter. Y que fue la primera película que vio nada más quedar libre, ya que su estreno coincidió con su estancia en la cárcel y obviamente, no pudo acudir al mismo.
¿Verdad? ¿Mentira? ¿Quién lo sabe?
Inocente es quien no necesita explicarse (Albert Camus)
Fran Laviada
Esta historia está incluida en el libro “Liliputiense Negro”. Puedes descubrir aquí más información sobre su contenido.