La corbata (Parte II)
31 Ene, 2024
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Cinco años antes…


El día 5 de abril de 1994, murió en Seattle, Kurt Cobain, líder de la banda de música grunge Nirvana. El cadáver apareció con un balazo en la cabeza, y con 1,5 miligramos por litro de sangre de heroína en su cuerpo. Oficialmente, su muerte fue considerada como un suicidio, aunque hay otras hipótesis que apuntan a un asesinato...


Y el final de la historia fue…


La policía, una vez que descubrió la nota, descartó la posibilidad de que el famoso abogado hubiera sido asesinado .

Ya que esa teoría, se barajó al principio de la investigación, puesto que había dudas razonables al respecto, y no estaba muy claro, si en la muerte de Robert Clark, habrían podido intervenir otras personas.


A la conclusión que se llegó, después del informe forense, es que el fallecido, no murió asfixiado con el nudo de la corbata, ya que esta no pudo aguantar su peso y se rompió (probablemente no era de muy buena calidad, quizás había sido fabricada en China). Lo que mató al señor Clark, fue el golpe que sufrió en la cabeza, debido al hostiazo, que se dio contra el suelo. 


Y como siempre que se abre una investigación, y más cuando hay un cadáver por el medio, las especulaciones tienen terreno abonado para campar a sus anchas, y eso fue lo que ocurrió. Dimes y diretes, por aquí y por allá.


Como abogado, Robert Clark había intervenido en multitud de casos. Cuentan que formó parte del equipo de profesionales que asesoró al famoso editor pornográfico Larry Flint, en sus muchas batallas legales. Y de ahí que una de sus películas de cine favoritas era El escándalo de Larry Flynt (se sentía muy identificado con el personaje del abogado que interpretaba el actor Edward Norton), dirigida en 1996 por Milos Forman, y protagonizada por Woody Harrelson (que ganó el Oscar al mejor actor) y Courtney Love, que interpretó en la película a la esposa de Larry Flynt. Y que en la vida real era la viuda del fallecido Kurt Cobain, líder de Nirvana, que dicho sea de paso era, uno de los grupos favoritos de Robert Clark, que tenía todos sus discos. 


Además, dada su condición de abogado, intervino de forma indirecta en algunas investigaciones relacionadas con el caso, ya que la muerte del cantante, se vio rodeada de muchas incógnitas, que dejaban sin contestar demasiadas preguntas. Algo que para un experto profesional del derecho, como era Robert Clark, resultaba muy extraño, a la vez que muy estimulante, para buscar pistas y encontrar respuestas. 


Y a veces, uno encuentra lo que no debe, lo que viene siendo meter las narices, donde nadie te llama.


¿Verdad? ¿Mentira? ¿Quién lo sabe?


Cada suicidio es un sublime poema de melancolía (Honoré de Balzac).


Fran Laviada


Esta historia está incluida en el libro “Liliputiense Negro”. Puedes descubrir aquí más información sobre su contenido.

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