La verdadera sabiduría es aquella que nos impide recurrir a pensamientos que causan debilidad en nuestro estado de ánimo.
El pasado ya no existe y mucho menos cuando solo nos aporta recuerdos negativos.
¿Qué objetivo que no sea algo malsano, tiene acordarse de las desgracias del ayer?
Si tu pareja te dejó, por mucho que te acuerdes de ella, eso no va a hacer que vuelva, así que:
¡Olvídala!
Hay que vivir siempre el presente, o al menos intentarlo, ya que es solo lo que existe de verdad. No hay que torturarse día sí y día también, con esas cosas negativas que continuamente las personas atraemos como un imán a nuestro cerebro y que tanto daño nos hacen.
“Hay que dejar atrás las lágrimas del lunes, si no quieres seguir llorando el martes".
Lo que nos duele, por hechos del pasado, hay que tratar de borrarlo de la mente para que la insatisfacción, el desasosiego y la frustración no hagan su corrosivo trabajo de desgaste en nuestro interior y vayan destrozando poco a poco nuestro estado de ánimo y haciendo que nuestro bienestar acabe directamente en la basura.
¡Vive hoy, ayer no existe, mañana todavía no llegó!
El presente es lo que cuenta, es la única realidad de la vida, salvo que prefieras mirar hacia atrás para seguir con el palillo escarbando en la encía, hasta hacerla sangrar, o mirar excesivamente a lo lejos, para ver lo que no existe .Es muy conocido aquello que decía, que vive de ilusiones el tonto de los cojones, dicho sea de paso, con el mayor sentido del humor posible, ya que tal y como están los tiempos, muchas veces, lo único que podemos hacer es reírnos, empezando por nosotros mismos, porque además es gratis.
Fran Laviada