Ámsterdam (Holanda) 2-11-2000
La muerte estaba esperando a la vuelta de la esquina, pero cuando vienes de vuelta de la vida, ¿vas a preocuparte por una simple esquina?
Y lo curioso del caso, es que una semana antes, y en esa misma esquina, se salvó por los pelos de ser atropellado por un camión que invadió la acera arrollando a un anciano que no pudo evitar la embestida del vehículo y murió en el acto. Sin embargo, en esta ocasión, el hombre, no tuvo tanta suerte, ya que el chorizo del barrio, que quería quedarse con su cartera, se puso tan nervioso, que se le fue la mano con la navaja .Hubo un ligero forcejeo, y el filo acabó clavado en el corazón de la víctima, que falleció tan rápido como lo hizo el viejo siete días atrás.
Y es que la muerte en raras ocasiones suele dar una segunda oportunidad.
Cuatro años después…
El día 2 de noviembre de 2004, en una tranquila calle de la ciudad holandesa de Ámsterdam, es asesinado por un ciudadano de origen marroquí, el cineasta y escritor Theo Van Gogh (bisnieto del hermano del famoso pintor). Según informó la policía, el asesino, acuchilló a su víctima, y después le disparó varias veces.
Y el final de la historia fue…
El hombre asesinado en una calle de Ámsterdam, iba dando un paseo desde la Plaza de los Museos, al sur de la ciudad. Ya que, aprovechando el día de descanso que tenía, en su trabajo de camarero, había ido a visitar el Museo Van Gogh, puesto que era un gran admirador de la obra del famoso pintor. Esto se supo, porque se encontró en uno de los bolsos de su chaqueta, una entrada al museo, con la fecha del fatídico día, en que la muerte se cruzó en su camino.
La conclusión es que hay días, que es mejor quedarse en casa.
¿Verdad? ¿Mentira? ¿Quién lo sabe?
La muerte es una deuda que todos debemos pagar (Eurípides)
Fran Laviada
