El fallecido psicólogo y pedagogo español Bernabé Tierno, en su libro Optimismo Vital, afirmaba que existen dos tipos de personas: las que transmiten energía positiva, a las que llamaba personas medicina, y las que transmiten energía negativa, que denominaba personas tóxicas.
La denominación es perfecta para clasificar a los individuos en un grupo u otro.
Hay personas que viven siempre bajo el sol, cargando su existencia con una positividad constante y energía constructiva. Viven en el hoy y no se atormentan por el pasado o un futuro incierto .Son amigables y animan a su entorno cuando lo necesitan, procurando mejorar el bienestar de quienes los rodean. Saben transformar las experiencias negativas en lecciones valiosas para su crecimiento personal.
En cambio, hay personas que viven bajo la sombra de la nube, sumidas en la semi oscuridad y viendo el mundo en tonos grises y oscuros. Transmiten energía negativa y viven en él NO, quejándose continuamente y sintiéndose desgraciados. Esta existencia se caracteriza por la angustia y la frustración.
Los que viven bajo la nube, probablemente han dejado de controlar sus vidas y la han puesto en manos de otros por falta de personalidad, iniciativa o capacidad. Esta falta de control los lleva a desarrollar situaciones conflictivas con las personas que los rodean e incluso consigo mismos.
La vida bajo la nube es un ejercicio continuo de restar y quitar, y los pensamientos se vuelven oscuros como la propia existencia de quienes viven así. Es más fácil que las tendencias destructivas aparezcan cuando se vive en lo negativo.
Al final, las personas se diferencian solo en una cosa: su forma de pensar.
Como dijo Buda, "todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado".
En conclusión, es importante rodearse de personas medicina que fomenten la positividad y el crecimiento personal. Debemos alejarnos de las personas tóxicas y aprender a controlar nuestros pensamientos para poder controlar nuestra vida.
Fran Laviada