En la vastedad del cielo, sin rumbo fijo, una chica vaga, con el corazón perdido. Sus sentimientos flotan en el vacío, como estrellas fugaces en un eterno olvido.
Volando sin destino, entre nubes grises, busca respuestas a sus propias cicatrices. En cada latido, lleva consigo el peso de un amor marchito, de un sueño travieso.
Sus ojos reflejan constelaciones de dolor, mientras su alma anhela encontrar el amor. Pero en este viaje sin mapa ni guía, sus emociones se pierden en la lejanía.
El viento susurra secretos al oído, le habla de esperanza y de un nuevo sentido. Pero la chica sigue flotando en su abismo, buscando respuestas en cada rincón sombrío.
Volando sin destino, busca su verdad, entre susurros de dudas y paz desigual. Y aunque el vacío la abrace con fuerza fría, su espíritu anhela encontrar la luz algún día.
En cada ala batida, lleva la valentía de enfrentar la oscuridad con sabiduría. Y en su vuelo incierto, entre sombras y destellos, la chica encuentra en sí misma nuevos anhelos. .