Nueva York (EE. UU.) 8-12-2001

Cuando la chica dobló la esquina y atravesó el oscuro callejón rumbo a su casa, quedó paralizada, y una sensación de pánico recorrió su cuerpo .

En frente de ella estaba el hombre que la policía buscaba. Supo de inmediato que era él, por la horrible careta de payaso con mirada asesina que ocultaba su identidad.
Pero cuando el enmascarado, se despojó de su máscara, dejó al descubierto su verdadera imagen, y el terror de la muchacha alcanzó un nivel indescriptible. Un horripilante y deformado rostro quemado, aparecía ante ella, con unos ojos penetrantes que transmitían un halo malvado.
El asesino llevaba en su mano un enorme cuchillo, que brillaba en la oscuridad y cuyo reflejo demoníaco sería el preámbulo de una sangrienta carnicería que iba a teñir de rojo el lugar del crimen. A la mañana siguiente, el cuerpo salvajemente acuchillado de una joven, fue descubierto por un barrendero.
La policía sigue buscando al Payaso Asesino.

Veintiún años antes…

El día 8 de diciembre de 1980, el músico y antiguo componente del grupo The Beatles, John Lennon, fue asesinado por Mark David Chapman que le propinó cinco disparos a la entrada del Edificio Dakota, lugar donde el músico residía en la ciudad de Nueva York.

Y el final de la historia fue…

El Payaso Asesino fue detenido dos años después, y por desgracia, en ese espacio de tiempo, volvió a cometer seis asesinatos más.

Se le sometió a un exhaustivo interrogatorio, y una de las cosas que más sorprendió a los detectives encargados de la investigación, fue que el despiadado criminal les dijo, que su libro favorito era El guardián entre el centeno, de Jerome David Salinger y que incluso lo había leído varias veces.

El asesino de John Lennon, Mark David Chapman, confesó a la policía, que había estado hojeando el mismo libro, minutos después de asesinar al cantante.

¿Verdad? ¿Mentira? ¿Quién lo sabe?

Todo crimen es una transferencia del mal de aquel que actúa sobre aquel que padece (Simone Weil)

Fran Laviada