Y te veo, y no, no puedo sentir odio, a pesar de que en menos de 24 horas te estaba maldiciendo, o a pesar de que hace poco lloraba por tu culpa, y es que a pesar de todo el dolor que me hace sentir el pensar en ti, no puedo sentir que te detesto.
Te veo y sonrío, quizás por añoranza, quizás por como luces, pero creo que es más por nuestra historia, un breve abrir y cerrar de ojos, una carcajada... .A eso te asemejaste en mi vida, una de esas carcajadas en donde no puedes parar de reír, y tienes los ojos cerrados y no ves nada más que el motivo que causó esta, y estás tan ocupado en reírte que no te das cuenta de las consecuencias, el duro dolor de abdomen que luego tendrás. Sin embargo, con las carcajadas no te quedas con ese sabor agrio de al final, si no con él lindo recuerdo de unas risas eternas y sin fin.
Me pregunto si vas a ser así... Si algún día te podré recordar al igual que una carcajada.