David A. Tinley, un empleado de 62 años de Siemens en Pensilvania, adoptó una estrategia poco convencional para asegurarse de que su trabajo fuera indispensable .
“Mis motivos eran dignos”- David A. Tinley.
Siemens alega que Tinley no solo insertó código diseñado para causar fallas al azar en el programa, sino que también facturó a la empresa por sus servicios. Durante el juicio, se demostró que Tinley simplemente reiniciaba un temporizador y cobraba cada vez que era llamado para solucionar un nuevo fallo. A pesar de la negación inicial de Tinley, las pruebas presentadas por Siemens indicaron que su conducta estaba destinada a mantener su posición laboral y asegurarse de que solo él pudiera resolver los problemas creados por él mismo. La resolución del caso fueron 6 meses de cárcel.
Soy El Frases y esto ha sido una tecnonoticia.