“Stephen King es un autor muy popular entre los adolescentes, eliminar sus libros niega el acceso a obras formativas”, sostuvo James LaRue.
La decisión de retirar ciertos libros de las escuelas se fundamenta en la reglamentación HB 1069 de Florida. Esta ley amplía la supervisión de la junta escolar sobre las colecciones de la biblioteca y proporciona mecanismos más extensos para impugnar libros .
“¿16 de mis libros? Debo estar haciendo algo bien”, se burló el popular escritor.
En el condado de Collier, una lista de autores cuyos libros han sido prohibidos incluye a Judy Blume, Orson Scott Card, Stephen Chbosky, Mary Higgins Clark, Arthur C. Clarke, Pat Conroy, Janet Evanovich, Neil Gaiman, John Green, John Grisham, Ellen Hopkins, Khaled Hosseini, Sue Monk Kidd, Stephen King, Barbara Kingsolver, Dean Koontz, David Levithan, Patricia McCormick, Toni Morrison, Joyce Carol Oates, James Patterson, Ashley Hope Pérez, Jodi Picoult, Anna Quindlen, Nora Roberts, Tom Robbins, Anne Rice, John Updike e Ibi Zoboi.
Esta decisión del condado de Collier no es un caso aislado. La prohibición de libros en las escuelas de Estados Unidos ha experimentado un aumento significativo, triplicándose en el último año. Florida lidera en la cantidad de casos, superando a Texas. Según PEN América, esta ola de censura es la peor en décadas, con más de 5.800 libros prohibidos desde 2021. La asociación advierte que esta privación de acceso a obras literarias fundamentales atenta contra las libertades constitucionales básicas.
“Nos entristece por los estudiantes de las Escuelas Públicas del Condado de Collier que tantos títulos, incluidos clásicos literarios de renombre y obras contemporáneas para adultos jóvenes, tengan prohibido el acceso de los estudiantes”, expresó Kasey Meehan, directora del programa Freedom to Read de PEN America.
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