"Sabemos que los animales tienen movimiento y facultades que no son sólo el cuerpo, sino del cuerpo como la nutrición, la sensación, imaginación, etc.
Recordemos que los animales están animados.
Ambas palabras, "animales" y "animación" provienen del latín: anima, que se traduce como alma. Así que, en cierto modo, animales como perros, gatos y hasta peces de colores tienen alma .
En suma digamos que el alma humana es de naturaleza espiritual, mientras que el alma de los animales no lo es. Este reconocimiento no demerita a los animales como compañeros leales y creaturas útiles al hombre. Más bien nos mueve a reflexionar sobre las actitudes exageradas que se toman con los animales. Si bien muchos de ellos pueden ser nuestros compañeros leales, esto no significa que sean idénticos a nosotros y que deban recibir las mismas atenciones espirituales que un ser humano.
El católico actúa de forma respetuosa y considerada con los animales porque sabe que sienten y pueden sufrir, pues tienen alma y una dignidad como creaturas de Dios. Además de esto sabe que un animal no tiene la misma dignidad, en cuanto a facultades espirituales, que un ser humano. Esto es porque el hombre es espíritu y cuerpo animado, mientras que los animales son cuerpos animados que no han alcanzado un desarrollo espiritual.
A eso se refería Juan Pablo II cuando declaró en una audiencia semanal en 1990 que el reino animal participa del aliento de vida que procede de Dios, y que por tanto debemos amar y respetar a los animales como criaturas de Él que son."
"En Génesis 1:20 la Biblia dice de forma explícita que los animales poseen alma. Dicha afirmación aparece en el original hebreo. La expresión que se tradujo al castellano como: «seres vivientes» en el original hebreo dice literalmente lo siguiente: «almas vivientes«.
En relato bíblico anterior podemos notar que Dios en el momento de la creación se refirió a los animales como almas vivientes. Por lo tanto, los animales al igual que nosotros tienen alma, pero esa alma es de una cualidad distinta.
El alma del animal se expresa mediante sus emociones, voluntad e instinto.
El alma animal a diferencia de la nuestra es totalmente terrenal porque perece con el animal tras su muerte física. (Cf. Eclesiastés 3:21).
Nuestra alma transciende a la muerte física gracias al espíritu humano que recibimos por el hálito de Dios en el momento de la creación (Génesis 2:7).
Los animales al carecer de espíritu, no poseen la capacidad de reconocer y adorar a su Creador (Cf. Juan 4:24). Apenas tienen conciencia de su existencia, gracias a su alma.
El alma humana opera en 4 niveles distintos, los últimos 2 muy independientes de la materia. En cambio el alma animal opera a 2 niveles. El alma humana opera a nivel: biológico, sensitivo, intelectual y moral. Y el alma animal opera a nivel biológico y sensitivo.
La operación del alma a nivel biológico se refiere a su capacidad de digerir y procesar los alimentos por medio de los órganos del sistema digestivo. Y la operación a nivel sensitivo describe el empleamiento de los demás órganos y partes externas del cuerpo para establecer contacto con el mundo físico.
El alma animal no opera a nivel intelectual, dado a que los animales no razonan, sino que se guían por instintos.
Tampoco a nivel moral porque no comprenden los lineamientos morales y espirituales concernientes a la fe y la conducta."
