Los papás no deben tocar las zonas intimas en los cuerpos de sus hijas, excepto que sean ellas mayores de 21 años y les den su consentimiento. Pero en el caso de ser niñas deben aprender que nadie tiene el derecho de tocar, mirar o hablar sobre su cuerpo ni siquiera su madre, ni obviamente su padre, y que es importante establecer límites claros en las relaciones interpersonales.
Por desgracia, las niñas son especialmente vulnerables a la violencia sexual y al abuso, cuando son menores de edad y los papás deben tomar medidas para proteger a sus hijas de estos peligros.
Aunque muchas veces es papá quien ellas no siendo adultas, reciben mimos, caricias y abusos por papás enfermos, pedofilos.