El derrumbe de un edificio en la calle Salta, fruto de la negligencia de los responsables de Litoral Gas, ha dejado a la luz una preocupante situación, la falta de atención al cliente y las burlas por parte de esta compañía ante las necesidades de los ciudadanos. Es hora de reflexionar sobre la importancia de la responsabilidad corporativa y defender los derechos de aquellos que sufren las consecuencias de estas irresponsabilidades.
El derrumbe de un edificio en pleno centro de la ciudad, provocado por una explosión de gas, no es solo una tragedia en sí misma, sino también una muestra alarmante de la negligencia y falta de compromiso de la empresa Litoral Gas hacia la comunidad rosarina .
El abandono y la impunidad con la que los responsables de Litoral Gas han actuado ante las necesidades de los rosarinos han quedado al descubierto. La falta de inversión en infraestructura, la escasa atención al cliente y la sorna con la que se han tomado las quejas ciudadanas son cuestiones que merecen ser abordadas sin reservas. No es justo que una empresa encargada de brindar un servicio básico a la comunidad se burle de sus usuarios y los deje desamparados, especialmente cuando se trata de una cuestión tan sensible como la seguridad.
Esta tragedia en la calle Salta no solo ha dejado heridas físicas y emocionales, sino también ha mostrado la urgencia de que se implanten medidas más firmes y rigurosas en la fiscalización de las empresas prestadoras de servicios públicos. Es necesaria una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad y una mayor inversión económica en infraestructuras que garanticen la integridad de los ciudadanos.
No podemos permitir que las empresas encargadas de brindar servicios básicos actúen impunemente y se rían de nuestras necesidades. La seguridad y el bienestar de los rosarinos deben ser una prioridad y no pueden quedar en manos de empresas que no valoran la vida y la tranquilidad de la comunidad. Es necesario un cambio profundo en la actitud de las compañías y en la forma en que se controla su accionar, para evitar nuevas tragedias como la ocurrida en la calle Salta.
