Desde mi amplia experiencia en la visualización de este tipo de contenido que siempre ha estado en el mercado audiovisual, ahora más en el mundo del internet, puedo afirmar dos pequeños puntos de vista que se convierten en un dilema acerca de este tema.
No voy a revelar exactamente cuántos años puedo llevar yo consumiendo pornografía, pero son bastantes hasta diría que muchos. Creo poder ser una voz con potestad para transmitir, como siempre, otro enfoque a las cosas.
Evidentemente, tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, más centrándose en el inicio de un niño o un preadolescente, para el cuerpo y para la mente; por un lado es un consumo altamente adictivo y eso es algo que creo que mis padres ( y los de muchos otros ) intentan evitar.
El cerebro en la visualización de este contenido segrega grandes cantidades de serotonina y de dopamina que son las responsables de hacernos sentir también cuando hacemos cosas placenteras para nuestra mente, es decir, se entienden como las sustancias naturales producidas por el ser humano que producen la felicidad.
El sexo y más el grabado produce una cantidad enorme de estas y eso lo hace altamente adictivo, tanto que te incita a explorar otros géneros dentro de la misma pornografía porque el sexo normal llega a un punto que no te satisface como debería hacerlo.
Estas son cuestiones de adicción que, por un lado y depende de la persona, el consumo prematuro puede provocar adicción.
En otro de los puntos negativos y muy malos del consumo de contenido erótico en menores puede reducir su nivel social y, si el menor en cuestión posee antecedentes o posibles problemas mentales, puede llegar a entender que debe hacerlo en la vida real produciendo situaciones en peligro, robos o creándose futuros violadores.
También consumidores habituales de pago por sexo o, en la época actual del Onlyfans, pago por contenido exclusivo llegando gastar muchas cantidades de dinero, eso sí, siendo más adulto y eso ya sería una cuestión de decisiones personales que no tienen cabida en este post.
Sin embargo, no todo está perdido ya que existen cosas buenas dentro de consumir porno siendo un adolescente y es el autodescubrimiento de la sexualidad de uno mismo; un punto muy importante para cualquier ser humano.
Con esto puedes descubrir muchos de los elementos del mismo sexo que te gustan, prácticas sexuales incluso ponerte más creativo con tu pareja .Además, es posible averiguar tu orientación sexual gracias a la pornografía.
Conclusión, hay más efectos negativos del consumo de contenido para adultos que efectos positivos, como otras sustancias, es mejor en su justa medida y lo real siempre es más saludable.
Gracias y hasta pronto.
