Casi dos meses después de ser consagrados en la Abadía de Westminster de Londres, los reyes Carlos (74) y Camilla (75) han recibido los Honores de Escocia, una especie de segunda coronación que ha tenido lugar en la catedral de St. Giles de Edimburgo, donde ha tenido lugar un servicio nacional de acción de gracias y dedicación .
Carlos III lleva por tierras escocesas desde hace unos días, donde ha visitado, entre otros lugares, el yate Britannia, a bordo del cual llevó a cabo su luna de miel con Diana de Gales hace ahora más de cuatro décadas. Horas antes de la ceremonia, han sido muchos los vecinos y curiosos que se han agolpado a lo largo de la calle Royal Mile de Edimburgo para no perderse la procesión en la que han participado unas cien personas que representan diferentes aspectos de la vida escocesa. También han estado presentes en esta parada destacamentos de las Fuerzas Armadas. El centro de Edimburgo ha estado blindado por efectivos de seguridad y fuerzas especiales de la Policía que incluían a francotiradores.
La procesión real, con los Reyes, ha partido del Palacio de Holyroodhouse hasta la Catedral. Los Reyes y el príncipe Guillermo, este último con uniforme de la Real Fuerza Aérea, han acudido ataviados con las túnicas de la Orden del Cardo, el más alto honor y la segunda en importancia en Reino Unido después de la Orden de la Jarretera. Por su parte, Kate Middleton ha optado por reciclar un vestido-abrigo de Catherine Walker y un tocado de Phillip Treacy junto con un collar de Isabel II. Cabe recordar que en Escocia, los príncipes de Gales son conocidos como duques de Rothesay, un título que es inherente a los herederos del trono escocés y que desde la unión con Inglaterra también tienen los herederos al trono británico. Los cuatro se han sentado juntos en el interior de la catedral.
El propio Carlos III ha encargado cinco nuevas piezas musicales, incluida una compuesta en gaélico, con la que se ha querido reflejar la historia y la cultura escocesas con artistas representativos de la Escocia contemporánea. El conjunto coral de Honores de Escocia está formado por músicos de la Orquesta de Cámara Escocesa, el Real Conservatorio de Escocia y la Orquesta de Ballet Escocesa, de las que Carlos fue patrono en su época de príncipe de Gales. Se han podido escuchar piezas de Handel, McDowall, McMillan, McCunn o Robert Burns.
Poco antes de que los Reyes recorrieran Royal Mile en automóvil, las joyas de la Corona de Escocia han salido del Castillo de Edimburgo en procesión rumbo a la Catedral. La corona, el cetro y la espada de Estado han viajado en otro coche bajo una fuerte vigilancia militar. También está la nueva espada de la reina Isabel, encargada de reemplazar a la del Estado, algo estropeada por el paso del tiempo ya que data de la época del rey Jaime IV de Escocia (1473-1513).
La persona encargada de portar la espada de la reina Isabel durante la ceremonia ha sido la deportista de remo Katherine Grainger (47), que ganó un oro en las Olimpiadas de 2012 y es dama de la Orden del Imperio Británico. Horas atrás explicaba en BBC Radio que se siente privilegiada y que es un "buen desafío físico". No en vano, la espada tiene un peso de 7.5 kilos y mide algo más de metro y medio. También confesaba que tuvo que pellizcarse para saber que era real la petición de participar en un acto tan importante.
Antes del gran día, la deportista de Glasgow pudo ensayar con la espada, que cogió por primera vez en esos instantes. "Lo que es realmente impresionante es que está muy bien pesada, así que cuando la tienes en posición vertical, como se llevará, se siente bien, se sienta muy cómodamente, pero tienes que ponerla en el suelo y levantarla, por lo que maniobrarla ha sido un poco difícil, así que requiere un poco de práctica", relataba. En el servicio religioso, Katherine ha coincidido con Penny Mordaunt, la portadora de la espada en la coronación de la Abadía de Westminster el 6 de mayo.
Carlos y Camilla no han sido propiamente coronados sino que se les han presentado los honores, igual que hizo hace setenta años Isabel II ya que Escocia tenía su propia monarquía antes de unirse con Inglaterra en 1707. Desde entonces, cuando se firmó el Acta de la Unión, Escocia no ha sido un reino real independiente, por lo que no sería apropiado que Carlos fuera coronado como Rey allí. La Corona que se ha visto este miércoles perteneció a Jacobo V de Escocia, quien reinó desde 1513, cuando solo tenía 17 meses, hasta su muerte en 1542.