La iglesia católica (igual que la inmensa mayoría de otras iglesias cristianas) considera las epístolas paulinas como canónicas y divinamente inspiradas, por lo que considera el sexo homosexual como pecado a partir de la condena que Saulo de Tarso hace de este y no hay vuelta de hoja posible.

Consideran que la humanidad comienza desde la concepción y que el valor de la vida humana es altísimo y debe preservarse a toda costa, por lo que la oposición a la eutanasia y el aborto es de rigor y, de nueva cuenta, no hay cómo cambiarla pues se trata de un valor central del catolicismo.

Pero si la iglesia como cuerpo se concentra en este Kulturkampf, corre el riesgo de volverse (¿aún más?) irrelevante en el mundo moderno.

El catolicismo es mucho más que estos 2 puntos y las cosas que la iglesia considera que debieran cambiar en el mundo son muchas más - por lo que básicamente Francisco está pidiendo a los sacerdotes y laicos que dejen de entrar en discusiones eternas al particular pues ni ellos van a cambiar su posición ni el grupo “opuesto” la suya, al ser oposiciones de fondo derivadas de una distinta prioridad asignada a distintos valores. Tampoco pasarse predicando mono-temáticamente sobre estos temas.

En su lugar debieran mostrar todas las demás posturas que la iglesia tiene en contra del mundo moderno, muchas de las cuales son compartidas por otros grupos religiosos y hasta laicos, como la denuncia del capitalismo explotador y sin freno, la condena a la disparidad creciente entre pobres y ricos, la apatía que reina entre la mayoría respecto al sufrimiento del otro, etc.