El 16 de enero de 1969, Jan Palach se prendió fuego en la plaza de San Wenceslao, Praga, como protesta por la invasión de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia, que puso fin a la primavera de Praga, las tropas soviéticas se instalaron en Checoslovaquia durante más de 20 años.Palach es recordado hoy en su país y toda Europa como un héroe de la lucha contra el totalitarismo soviético, y cuenta en Praga con una plaza a su nombre y varios monumentos conmemorativos.En el sitio donde el murió, hay una cruz incrustada en el suelo en uno de sus tantos homenajes.