El momento tan esperado ya ha llegado. Gerard Piqué aterrizó en Miami para hacer su primera visita a sus hijos, Milan y Sasha, desde que dejaran España a primeros de abril.
Con cara de muy pocos amigos y con la prensa esperándole, el empresario hizo caso omiso a todo lo que le rodeaba y se centró en salir a la calle para tomar el primer taxi posible.
Según indica el diario La Vanguardia, de momento se hospedará en un hotel hasta que encuentre la residencia temporal donde estará con sus retoños. Como ya confirmó este periódico, el deportista podrá ver a sus pequeños 10 días al mes, aunque, en este caso, serán solo 5.
La razón tiene que ver con que el ex de Shakira ya pasó los primeros días de abril con ellos, así que hay que descontarlos de los acordados.
Piqué llegó vestido con una camiseta gris, unos jeans y unas gafas de sol que, por el contrario, no le hicieron pasar para nada desapercibido .
Lo que también llamó especialmente la atención a los curiosos, que dejaron videos en las redes sociales, fue su cambio físico. Desde su retirada del fútbol el pasado noviembre, él mismo ha reconocido que no entrena como antes y eso se puede apreciar.
El que fuera futbolista del Barcelona captó las miradas de los allí presentes, no solo por todo lo ocurrido con la artista sino por sus curvitas de la felicidad. "Oh, Dios mío, se infló", "Está hinchado de felicidad", "Ese no es, ¿o sí?", escribieron algunos.
Piqué acaba de llegar de unas vacaciones en Dubai con su novia Clara Chía, con quien ha pasado unos días de desconexión, quizá para poder hacer frente a este nuevo encuentro mediático que, a juzgar por sus gestos, no le hace demasiada gracia.