Te echo de menos, no asimilo tu partida, nos faltó mucho que contarnos, meriendas juntas,
salidas nocturnas…

Echo de menos tus mensajes, recuerdo que cada vez que me enviabas un mensaje se me
iluminaba los ojos, sin importar lo que contiene, siendo bueno o malo.

Todo cambió cuando te fuiste, cuando me dejaste sola en este mundo y cuando en vez de ir a visitarte a tu casa, voy a tu tumba, quién lo diría, mi vida cambio de la noche a la mañana
Si yo supiera que me ibas a dejar sola en este mundo tan cruel, la última vez que te había
visto te hubiera abrazado muy fuerte, te hubiera dicho lo mucho que te quería…

Recuerdo, el día que me dijiste “voy a estar el día que te gradues, el día que cumplas tus
sueños, te prometo que estaré presente” —- esta frase la tengo grabada, nunca la voy a
olvidar, aunque, sé que me estás  observando todo el tiempo, pero, necesito tu aroma. 
En un rincón de mi habitación, guardo una caja con todos los recuerdos hasta las cartas que
nos solíamos escribir mutuamente, cada vez que abro esa caja me destruyo.

Este verano, visite nuestro lugar secreto, no ha cambiado nada, todo está igual, excepto
que tú no estás presente.

Siempre estas en mi mente, aunque, tengo miedo, miedo a olvidar tu voz, miedo a olvidar
tus carcajadas.

Sigues ocupando un gran espacio en mi corazón, un lugar que nadie lo va a reemplazar y
nadie tomará tu sitio.

Tú perdida me destruyo..