Reconozco lo mal sano de esta obsesión, no es normal estar las 24 horas del día pensando en ti. Es ridículo que mí día a día gire en torno a tu figura.
Esperar que tú seas quien dé el primer paso es ridículo, pues aunque este algo anticuado, siempre se espera que el hombre dé el primer paso, nadie se para a pensar en lo que pasa si este es un cobarde.
A veces me invade una falsa sensación de seguridad y confianza, siento el cálido abrazo de la valentía, me siento un Dios, un ser indestructible, pero esta se desvanece según me acerco al móvil para preguntarte un simple “¿Qué tal?”.
Nada me garantiza el éxito, pero tampoco el fracaso, el final es abierto y depende de una simple decisión, actuar o por el contrario, que mis sentimiento permanezcan en el anonimato hasta morir.
Otro día pasa, otra oportunidad se escapa como la luz del Sol y yo sigo mirando al techo de mi habitación, esperando que llegue como por arte de magia un rayo de valentía que me ayude a tomar una decisión .
Encuentro que no esta mal ser algo cobarde al final todos lo somos en algunos momentos de la vida por x motivó.
Así que sigue adelante... No debes vivir así siempre