El líder espiritual tibetano, dalái lama, ha centrado la opinión pública en los últimos días, luego de que saliera a la luz un video en el que se le ve besando a un niño y pidiéndole que “chupe su lengua”. Las imágenes, que tuvieron lugar hace unas semanas durante una audiencia, han generado rechazo a tal punto que sigue elevándose la polémica.
El partido opositor sudafricano Luchadores por la Libertad Económica (EFF) exhortó a las autoridades de India para que detengan al representante espiritual, a quien acusan de “abuso infantil”. En un comunicado, divulgado en su cuenta de Twitter, el organismo expuso la serie de razones por las que considera que este debería ser detenido.
EFF, en principio, sugirió que las disculpas presentadas por el jefe del budismo tibetano deberían desestimarse al tener en cuenta que llegaron casi un mes después de ocurrido el episodio (justo cuando se viralizó el video). Según ese partido, este hombre se excusó por aquella conducta tras la presión de activistas que buscan la protección de los menores.
“Esta supuesta disculpa no indicó que sus actos fueron flagrantemente abusivos .
Luchadores por la libertad económica concluyó con una reiteración de su pedido a India para que haya acciones concretas sobre lo sucedido. “Las autoridades deben enviar una severa advertencia a todos aquellos que se atrevan a dañar a los niños de que serán procesados duramente, independientemente de su estatus”.
En medio de la controversia con las imágenes que le dieron la vuelta al mundo, dalái lama ofreció disculpas este lunes 10 de abril, mediante un comunicado en su cuenta de Twitter. En este se dirigió tanto al menor involucrado como a la familia, y a las personas que pudieron verse afectadas tras su comportamiento.
“Su santidad suele bromear con la gente que conoce de forma inocente y juguetona, incluso en público y ante las cámaras. Lamenta este incidente”. Según la agencia AFP, El dalái lama ha llegado a figurar como líder del movimiento por la autonomía del Tíbet; sin embargo, la presencia internacional que tenía cuando ganó el Premio Nobel de la Paz, en 1989, ha bajado no solo por su edad sino tras la creciente influencia económica y política de China.
El episodio de febrero, y que ha tomado relevancia en los últimos días, no es el único escándalo en el que se ha visto envuelto el asiático. Uno de estos recuerda el movimiento #MeTooGuru de 2018, bajo el cual salieron a la luz presuntos casos de abusos perpetrados por monjes budistas.
Según informó ABC de España, en septiembre de ese año el líder espiritual se reunió con cuatro víctimas de presuntos ataques sexuales, y con esa etiqueta le enviaron una carta en la que recogieron las agresiones. En ese texto lo exhortaron a ‘corregir’ la “imagen estereotipada del budismo donde” este tipo de hechos “no tienen cabida”.
Durante un encuentro con periodistas, este hombre reconoció que la información sobre casos similares no era “nueva” para él, pues dijo que ya “sabía todas estas cosas”. No obstante, en aquella ocasión instó a las víctimas para que revelaran la identidad de los responsables, pero lo que avivó la polémica fue la ‘ausencia’ de acciones si sabía de dichos casos.