Moscú acusó a la OTAN de amenazar la "seguridad y los intereses nacionales" de Rusia al acoger oficialmente a Finlandia en la alianza en una ceremonia celebrada este martes en Bruselas.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró a los periodistas que la adhesión de Finlandia es un "agravamiento de la situación", en referencia a las denuncias de Moscú de que la alianza militar planea invadir las fronteras de Rusia. El movimiento, advirtió, obligará a Moscú a "tomar contramedidas para garantizar nuestra propia seguridad, tanto táctica como estratégicamente".
Advirtió que Moscú "seguirá vigilando la situación y el despliegue de infraestructuras y armamento de la OTAN en el territorio de Finlandia", y añadió que "se tomarán medidas de respuesta en consecuencia".
Mientras que la premisa de Rusia para su invasión de Ucrania fue en parte para defenderse de la OTAN de expandirse cerca de sus fronteras, Peskov rechazó que la adhesión de Finlandia, una respuesta directa a la guerra, fuera una derrota geopolítica para el presidente Vladimir Putin, afirmando que es "fundamentalmente diferente" de la situación con Ucrania.
"¿Por qué? En primer lugar, Finlandia nunca se volvió antirrusa y no tuvimos disputas con Finlandia .