Que hay muchos más terminales Android que iPhone en el mundo es un hecho indiscutible, y eso es algo que en Apple no preocupa en absoluto (el grueso de los ingresos lo siguen teniendo ellos). Pero hay una tendencia que poco a poco se va convirtiendo en un problema mayor para Android, y prueba de ello es uno de los artículos recientes del Financial Times.
La cifra es muy clarificadora: la cuota de mercado del iPhone en los Estados Unidos ha pasado a ser del 35% al 50% en tres años según estimaciones de Counterpoint .
Es esta generación, los que tienen como mucho 27 años, los que en Estados Unidos valoran no tener un iPhone como una presión social. La fuente menciona a varios testigos como Annelise, de 24 años, quien afirma que un grupo de iMessage en el que aparece un globo verde desmoraliza: "obliga a todo el mundo a usar SMS", así que la presión para tener un iPhone es demencial".
Más declaraciones: Annelise cuenta cómo de cargante es explicarle a todo el mundo la razón por la que todo el chat grupal tiene que pasar a ser "de color verde". Incluso se habla en TikTok de una burbuja verde como uno de los factores que hacen que no se responda a un posible ligue: "si su burbuja es verde, no respondo". Un fuerte contraste con lo que yo mismo intenté experimentar en España, por cierto.
Podemos considerar esto una gran victoria de iMessage en Estados Unidos: el servicio, cerrado a dispositivos Apple, ha conseguido que se considere a las alternativas como algo que es mejor evitar para no provocar molestias a los demás. Es una de las mayores armas de los de Cupertino para incentivar la venta de los iPhone, y es una de las mayores dianas tanto de Google como de la legislación.
Porque recordemos: Google es uno de los principales apoyos del estándar RCS, que buscaría acabar con esa "aura de exclusividad" de iMessage y normalizaría el envío de datos a través de mensajería instantánea en iOS y Android. Apple no quiere llegar a este punto, pero es algo que quizás deba hacer a regañadientes: la Unión Europea quiere legislar la interoperabilidad entre servicios de mensajería. Y cuando una iniciativa se convierte en ley, poco se puede hacer para no acatarla.