ANSIEDAD
21 Feb, 2023
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¿Qué es la ansiedad?, ¿sabes identificarla cuando ocurre? Te aseguro que cuando la padeces no hay dudas, lo sabes, sabes que está ahí contigo, como si te aplastara el pecho y casi no pudieras respirar. En términos generales y según sus diferentes grados, puede atravesarte punzante o puede que, con una calma pasiva, te abrace y no te suelte, dejando que respires pero notando ineludible su peso .

Puede manifestarse de diferentes formas o síntomas, como el dolor en el pecho mencionado o esa falta de oxígeno; podrás notar al corazón acogiendo un ritmo más acelerado o sufrir insomnio o preocuparte en demasía, incluso derivándote a episodios repentinos e incontrolables de pánico, consecuencia de un miedo intenso o de una preocupación excesiva. Vas a sentirte nervioso y puede que muchas veces olvidadizo, porque te cueste centrarte, y puede que todo lo que hagas te suponga un esfuerzo doble o triple. Incluso puede que dejes de comer algo menos o por el contrario, comiences a comer de más sin realmente tener necesidad o apetito, en donde de pronto te das cuenta de ese ansioso e indomable nuevo hábito y sabes que está mal, o peor aún, eres visible a los ojos de otros que están6
viendo lo mal que te haces y, al no querer mostrar tu debilidad, empiezas a ocultarte, te escondes comida para comerla a solas y, mientras tú comes, es la ansiedad la que te devora a ti por dentro. Es ahí cuando te das cuenta de que algo está sucediendo en ti, de que algo no va bien dentro de ti, pero no sabes remediarlo. Esto te hace sentir aún peor. Un truco para estos casos es intentar no tener cosas para picotear en casa, así como chocolates y snacks poco saludables, o pedir que los escondan. Así cuando pretendas atracar por la cocina, no tendrás apenas opciones, pues normalmente se busca lo dulce, productos altos en azucares o grasas. Realmente la ansiedad afecta tu día a día, hace que te sientas apagado, con infelicidad, llanto, miedo o preocupación7
porque algo suceda o no suceda; agobio, sentimientos negativos y a veces extremadamente negativos. Te sentirás irascible o incapaz frente a situaciones sencillas para cualquiera, pero que a ti te supone todo un reto. Tanto, que preferirás evitarlas a toda costa. Tanto si estás pasando por una etapa de crisis existencial, de estrés, de duelo o de superación en cualquiera de los ámbitos emocionales, necesitas con emergencia armarte de disciplina para que esta sea quien empuje de ti. La disciplina aparece cuando la motivación queda bloqueada y entonces tu rutina y tus planes se desdibujan en desastre, en desgana y oscuridad. ¿Cómo ser disciplinado? Si con anterioridad y con motivación logras crear una rutina, en el momento en que te sientas sin ánimo, sin fuerzas o triste, algo en ti, como un clic automático, te dará el empujón para que incluso el día que tu cuerpo esté rendido y no pueda levantarse de la cama, te levantes y hagas lo que tienes que hacer. Así es como la disciplina se pone en marcha y esas son sus reglas de juego. Es decir, la disciplina es un código de conducta con el que nos hemos instruido. Si no tienes disciplina como recurso, se complica el proceso de avance, pero sigues teniendo opciones. Una es, aprender a obtener la disciplina y trabajar en ella a través de la creación 8
de una rutina, o dos: esperar paciente a reencontrarte con la motivación. Ya que es la ilusión por algo la que nos despierta y nos hace seguir. Busca lo que te provoque ilusión, algo que te haga imaginarte feliz al lograrlo. En cualquier caso, el proceso suele ir despacio. No te rindas. Siendo sinceros, es demasiado fácil decirlo. Decir “ten motivación”, “trabaja tu disciplina”, “distráete”. Pero hacerlo... hacerlo cuesta horrores cuando sientes que algo en ti te atrapa o te consume. Tendrás altibajos, y para nada será algo malo tenerlos, pues igualmente estás avanzando aunque en principio no te des cuenta. Recuerda que el proceso no es lineal, está lleno de curvas altas y bajas. Y no tiene una media de tiempo estipulado para que te encuentres plenamente bien. Según trabajes en ti, en crear esos cambios, el viaje hacia ese objetivo podrá ser mayor o menor. Desde semanas hasta años. Pero que esto no te desanime, al contrario, demuéstrate que puedes; porque, únicamente, no puede aquel que piensa que no puede. Si dejamos que nuestra mente nos domine y nos guíe con puro negativismo, el resultado no va a ser otro que negativo, de seguro. Nos regimos por estímulos y el estímulo para que podamos superar algo, para avanzar y para ser una versión mejor de nosotros mismos es a base de estímulos positivos, motivacionales y de ilusión. Por esto es primordial 9
motivarnos cada día. Crea tu propio mantra y repítetelo siempre, sobre todo cuando se te presente ese instante en que quieras dar un paso atrás; di por ejemplo: “yo sí puedo, yo sí puedo, soy capaz, YO SÍ PUEDO, SOY CAPAZ.” Cree en ti, porque a veces creemos no poder con algo y con el tiempo nos demostramos que sí pudimos y que las cosas sí que cambian. Esta, es una de esas veces. Sentir de manera ocasional alguno de estos sentimientos es de lo más normal en la vida cotidiana de cualquier persona. Puede decirse que es grave cuando los síntomas persisten e interfieren en nuestras labores diarias y relaciones sociales e íntimas o en eventos puntuales en donde, a casusa de algún tipo de experiencia o a través de un miedo o como síntoma de una enfermedad, esta ansiedad salga a relucir haciéndonos la vida un imposible. Aquí estaremos hablando de un trastorno de ansiedad. Y este trastorno podría hacer puente hacia otros trastornos como por ejemplo la agorafobia, la anorexia nerviosa, déficit de sueño o sobrepeso.

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