Si tu piel es grasa seguramente has optado por productos secantes. Tal vez piensas que por tener este tipo de piel es imposible tenerla deshidratada y que un jabón suave no es lo mejor para ti.
Como podrás ver, estos son algunos de los mitos más comunes sobre piel grasa; seguirlos podría agravar todavía más esta condición.
Aunque cueste creerlo, una piel grasa puede ser un gran regalo si logras equilibrar la producción de sebo, porque ésta nos ayuda a combatir ciertas infecciones y también a que las líneas de expresión aparezcan más tarde.
Piensa tu rutina como una forma de equilibrar tu rostro y no simplemente como la eliminación de la grasa y comedones, ya que enfocarte en estos efectos te lleva a tomar decisiones que no solucionan el problema de fondo.
Limpia dos o tres veces al día tu rostro con limpiadores suaves pero efectivos capaces de remover las toxinas y el exceso de grasa en tu piel.
Los ingredientes que deben contener los productos skincare son:
Sustancias limpiadoras como lauril sarcosinato, coco betaína o cocoamido betaína .
Carbón activado en cantidades adecuadas para ejercer un efecto limpiante y astringente sobre la piel.
Aloe vera que ayuda a mantener la hidratación y es una barrera protectora de la piel tras el lavado del rostro.
Evita los siguientes ingredientes:
Alcohol denat, lauril sulfato de sodio (LSS), perfumes o fragancias y colorantes artificiales; pueden irritar tu piel y desequilibrar su flora.
Jabones de barra con un pH alcalino; agravan el problema del sebo.
Hidrata tu rostro después de lavarlo con productos a base de agua. Si crees que no debes hidratar tu piel por temor a hacerla más grasa, no es así. Un exceso de sebo puede darse cuando no mantenemos una buena cantidad de agua en nuestra piel o cuando limpiamos con productos que la secan.Busca sueros o geles solubles en agua pero altamente hidratantes e ingredientes tales como:
Ácido hialurónico vegano, films moleculares por fermentos biotecnológicos, vitamina B5, niacinamida, sales de zinc; los cuales dan una hidratación profunda sin sensación pesada.
Busca también en tus hidratantes extractos a base de frutos como el albaricoque, la pera, la pasiflora y la caléndula, que tienen un efecto astringente adecuado para tu piel.
Iones minerales de cobre, sodio, magnesio y potasio, que ayudan a equilibrar la piel.
Evita siempre los siguientes ingredientes:
Alcohol denat
Colores artificiales, aromas, manteca de cacao, cremas y aceites pesados como el de coco.
Protege tu piel del sol, la contaminación ambiental y la luz artificial. Este paso debe estar presente para cualquier tipo de piel. Puedes usar protectores solares de ingredientes físicos o químicos.
Los protectores físicos tienden a dejar rastro blanco sobre la piel conforme incrementan el nivel de protección solar, sin embargo, resultan más tolerados por las pieles reactivas; mientras que los protectores químicos son transparentes y suaves al tacto.
Busca que los protectores tengan las siguientes características:
Niveles de protección por lo menos de FPS 40 y un ideal de FPS 50+
Bloqueadores especialmente diseñados para protegerte de la radiación infrarroja, la luz azul y la contaminación ambiental, los cuales se formulan con ingredientes biotecnológicos o derivados naturales concentrados, como la manzana, el jengibre, el trigo y la cebada.
Evita estas acciones perjudiciales para tu piel
Aplicar exceso de maquillaje.
Hacer exfoliaciones con productos que raspan la piel.
Manipular el rostro con las manos sucias.
Consumir comida chatarra.
Mantenerse sedentario.