Un comerciante quería mejorar su número de ventas, así que hizo estudio de mercado.
Descubrió que lo que más ventas estaba teniendo era la tarta de fresa.
Y se le ocurrió una idea: puso fresas a su producto, las mejores fresas que la huerta mediterránea podía ofrecer.
Pero los días pasaban, y no es que no subieran las ventas, es que ahora vendía mucho menos. Hasta fieles clientes de toda la vida escupían la comida, y juraban no volver a comprar.
"no lo entiendo", decía .