A la hora de estudiar con efectividad deberás organizar el tiempo de estudio ya que esta es la clave: la organización. En el proceso del aprendizaje es imprescindible establecer rutinas realmente productivas, con el menor esfuerzo mental posible con máximos resultados.
Aunque es claro, cada persona estudia de una manera diferente, así que lo que funciona para una persona es posible que no funcione para otra, y las maneras en las que puedes aprovechar al máximo tu tiempo de estudio depende de lo que funcione mejor para ti .
Te ayudará a dividir el tiempo entre cada materia. Lo más importante, planificar por adelantado lo que tienes que estudiar te ayudará para organizarte mejor y a dedicarle un tiempo adecuado a cada materia.
Asegúrate cubrir todos los temas necesarios, puede ser útil hacer primero una lista de verificación de estudio por separado. Asegúrate de escribir no solo los temas principales que estudiaste en clase, sino también los subtemas que deberán revisarse. Ejercita esta actividad cada vez que veas materias diarias así, crearas tu rutina de estudio.
Es probable que tu agenda esté tan a rebosar que te cueste valorar qué tareas son más importantes. No obstante, si aprendes a priorizar tus tareas, serás capaz de estructurar tu tiempo en función de las necesidades.
Dar prioridad a las tareas es una excelente manera de garantizar que dediques la mayor parte de tu tiempo a aquello que tendrá mayor impacto en tu rendimiento general y en tus calificaciones. Considera usar una matriz de prioridades para ayudarte a reorganizar tus tareas y priorizar aquellas que son urgentes e importantes.
Crea una rutina diaria para tus actividades estudiantiles como estudiar todos los días a la misma hora (20 a 30 min), de esta manera, tu cuerpo y tu mente se encontrarán acondicionados en un lapso de tiempo y estarán más dispuestos a aprender y absorber información a esa hora.
Además, evitarás estudiar dos asignaturas al mismo tiempo, siendo este uno de los errores más comunes al momento de aprender, ya que se reduce la capacidad del cerebro para retener información. Luego de algunos días, la rutina comenzará a convertirse en algo automático para tu cuerpo, por lo que será mucho más sencillo llevarla a cabo.
Encuentra un lugar para estudiar, el que creas que te va a ayudar a concentrarte más. Algunas personas prefieren usar sus propios hogares, pero a otras les gusta ir a un lugar público, como una biblioteca.
Simplemente, elige una ubicación donde puedas estudiar con tiempo suficiente y poca distracción. Asegúrate de que este espacio de trabajo esté organizado, libre de desorden y que pueda brindarte los suministros que necesitas para estudiar de forma efectiva, así no perderás tiempo a la hora del estudio y conseguirás excelentes resultados.
Estudiar una gran parte de la información a la vez puede ser abrumador. Divide tus notas y temas en grupos más pequeños. Por ejemplo, si tienes una lista de términos, intenta dividirlos en grupos de diez y estudie solo diez palabras a la vez. Una vez que hayas dominado estas palabras, pasa a las siguientes diez. Y es que estudiar durante muchas horas intentando mantener la concentración al máximo no es una técnica muy eficaz.
Por otro lado, si deseas organizar mejor tus estudios, es necesario que logres una administración del tiempo eficiente. Según los expertos, lo ideal es dividir el día en tres lapsos de 8 horas cada uno:
A través de estos, podrás definir plazos de estudio cómodos, tomando en consideración el resto de actividades y deberes con los que debas cumplir en el día a día. Gracias a esta organización, será posible reducir el estrés al momento de estudiar. Y lograrás mejores resultados académicos, reduciendo los niveles de estrés al mínimo.
La motivación es uno de los puntos más importantes al momento de estudiar, su falta reduce nuestra capacidad para concentrarnos y retener información. A causa de ello, los especialistas recomiendan establecer objetivos a corto plazo que sean fáciles de cumplir.
Al completarlos, podremos sentirnos satisfechos con nosotros mismos, de manera que ganaremos motivación para continuar estudiando.
Por ejemplo, si tienes una semana para aprender 7 temas, puedes intentar memorizar uno cada día. De esta manera, una vez que lo logres, te sentirás más motivado para estudiar una nueva lección el día siguiente.
Los descansos son un elemento esencial en cualquier rutina de estudio. De hecho, algunos de los métodos pedagógicos más reconocidos, como la Técnica Pomodoro, se basan en este principio: Consiste básicamente en la división del tiempo en lapsos de 25 minutos de trabajo (conocidos como pomodoros) + 5-10 minutos de descanso. Durante ese tiempo debes concentrarte en realizar solo la actividad planteada, puede ser estudiar inglés, hacer la tarea de Matemáticas, lo que tú decidas.
De acuerdo con los especialistas, el plazo de estudio más productivo tiene lugar en los primeros 25 y 30 minutos de la sesión. Es por esto que la Técnica Pomodoro emplea períodos de estudio de 25 minutos.
Por otra parte, se recomienda que los períodos de descanso no excedan los 10 minutos, siendo este el plazo requerido para que el cerebro descanse y se encuentre listo para absorber información nuevamente.
La procrastinación se afianza cuando posponemos tareas que nos hacen sentir incómodos. Esto puede deberse a que son grandes o a que el trabajo implica incertidumbre (algo que nos disgusta).
En estos momentos, nuestro cerebro busca con entusiasmo distracciones como responder correos electrónicos, estar más tiempo frente al tv, o navegar por las redes sociales y el internet. Es por eso que comenzar una tarea abrumadora suele ser el paso más difícil.
La técnica Pomodoro es una forma de romper con ese hábito de evasión al abordar una tarea del tamaño de un bocado durante un corto período de tiempo. Esto es mucho más agradable para nuestras mentes que tratar de manejar un proyecto grande o complicado de una vez sin restricciones. Recordando el famoso refrán: “¿Cómo te comes a un elefante? La respuesta es: poco a poco. Es necesario dividir en partes pequeñas y digeribles es el objetivo final.
Últimos tips de oro para estudiar productivamente
Al incorporar como mínimo el 80 % de estas técnicas descritas en tu sistema de estudio, notarás rápidamente un aumento de productividad en tus calificaciones. Podrás diseñar tus propias rutinas y cumplirla con éxito convirtiéndolas en hábitos constructivos para adaptarse a cualquier actividad de tu vida, como establecer límites de tiempo para las tareas y lograrlas con éxito.
Beneficios de organizar tu tiemplo al estudiar
Es bien reconocido en el mundo de la educación, que organizar el tiempo de estudio conlleva a numerosos beneficios:
Por último, ten siempre presente descartar aquellos elementos que puedan convertirse en una distracción: Fiestas, relaciones amorosas, actividades o reuniones extracurriculares que puedan desviarte de tus metas y objetivos. Claro que incluye, teléfonos móviles, consolas de videojuegos, navegar horas en el Internet y en las redes sociales, tablas; entre otros. Tiempo que se pierde jamás se recupera.
Recuerda que cancelar a tiempo una reunión, un encuentro personal o esa fiesta de fin de semana; para prepararte y estudiar para una evaluación, te puede ahorrar meses e incluso años de dolor, enojo y frustración. Primero las obligaciones y luego… el placer.
Conclusión
Hay muchas cosas en la vida para las que el estudio es necesario, ya sea un problema de una tarea, un hueco en una pared, construir una maqueta, armar un rompecabezas o solucionar un obstáculo en una relación. A medida que uno sepa cómo estudiar mejor, ahorrará más tiempo y conseguirá lo mejor cuando llegue la hora de la prueba. Organizar el tiempo de estudio es algo muy importante cuando se busca alcanzar los mejores resultados académicos sin comprometer el resto de actividades y responsabilidades con las cuales se deba cumplir en el día a día.
