Es la transmisión continua de audio o vídeo desde un servidor hasta el usuario. En otras palabras, cuando un usuario ve servicios de televisión online como Netflix o HBO, escucha un podcast o ve un directo en Instagram, está consumiendo un producto en streaming.
La principal novedad de este tipo de transmisión es que el usuario no tiene por qué descargar ningún contenido para consumirlo .
El streaming puede darse en tiempo real (en directo) o ser almacenado para ser consumido cuando el usuario lo desee (on-demand).
En cualquier caso, se trata de un formato en indudable auge gracias a la demanda de entretenimiento online: la industria del streaming online en directo ha crecido en un 99% entre abril de 2019 y abril de 2020, según Influencers Marketing Hub, y se espera que el vídeo en directo crezca 15 veces hasta 2022, constituyendo el 17% de todo el tráfico en internet, según (Cisco).