La historia del Año Nuevo está relacionada con el nacimiento de Jesucristo y con la institución del calendario gregoriano en 1582.
Dionisio el Exiguo, un monje erudito que vivió alrededor del año 460 d. C, defendió y propulsó la idea de contar los años a partir del nacimiento de Jesús.
El monje quería honrar la obra de Jesucristo y dejar de contar los años a partir del reinado del emperador Diocleciano, perseguidor de los cristianos.
Más tarde, en el año 1582, el papa Gregorio XIII creó el calendario actualmente conocido .
En este nuevo ordenamiento, el lapso anual dejaba de comenzar el 1 de marzo y pasaba a establecerse el 1 de enero como la fecha en la que las instituciones eclesiásticas comenzarían a contar el nuevo período.