Compramos unas hamburguesas, latas de cerveza y nos fuimos al hotel.
En la habitación fuimos derecho a la ducha, a los besos ... bajé por completo su uniforme y quedó expuesta frente a mí: era hermosa, una pintura .. .
Yo, también desnudo, con mi pancita "cuarentona" y mi pija apuntando al techo disfrutaba de cada segundo, quien sabe si alguna otra vez se me daría estar con un manjar como Sofia.
Entramos a la ducha y comenzó a pajearme mientras me besaba ... levanté un poco una de sus piernas y girándola hacia la pared la penetré ... el sonido de su gemido cuando mi verga entró e hizo tope lo llevo grabado en mis oídos.
Apoyada con sus manos en la pared, empinaba el culito haciendo que mis movimientos no encontraran resistencia alguna, entrando y saliendo ritmicamente ...
" ... cogeme papi, cogeme ..." susurraba entre gemidos
La calentura no jugaba a mi favor por lo que en unos diez minutos ya estaba listo para descargar, afortunadamente ella había acabado enseguida también.
" ... dónde querés la lechita Sofi ? ... le pregunté
" ... toda adentro ... no desperdicies nada tío ..."
Ese "tío" me ponía la piel de gallina. La agarré fuerte de la cintura y aceleré mi embestida llenándola a los pocos segundos ... quedamos fundidos un rato largo mientras el agua de la ducha nos empapaba.
Nos secamos y desnudos como estábamos nos pusimos a comer las hamburguesas y tomar cerveza.
Con el aire acondicionado prendido a full me recosté, pudiendo desde esas posición verla en todo su esplendor.
Vino caminando lentamente hacia mí y gateando desde el borde de la cama hasta mi pecho comenzó a pasarme la lengua por todo el cuerpo ... estiré mis brazos agarrándome de los barrotes del respaldo de la cama y cerrando los ojos la dejé que trabajara ... me dediqué a gozar.
Sofí, luego de un largo rato de jugar con su lengua, me montó ... puso sus brazos extendidos sobre mi pecho y comenzó a subir y bajar lentamente ...
Movía su cadera haciendo que mi pija quedase casi afuera por completo para bajar de golpe y ensartársela hasta los huevos, yo acompañaba ese movimiento con mis manos en su cintura.
Después se dio vueltas (girando sin sacarse la pija de adentro) y me brindó el maravilloso paisaje de ver su culo a 40 centimetros de distancia.
" ... quiero esa cola ..." dije rasguñando su espalda con mis dedos.
Giró su cabeza y mordiéndose el labio dijo: " ... nunca garché con alguien que fuese tan directo ...? y reímos los dos.
Se levantó despacio inclinándose hacia adelante y quedando en 4 patas... me acomodé y ella - antes - quiso pasarle la lengua para lubricar mi pija.
Con su mano izquierda guió la punta de mi cabeza hacia su agujerito, la calzó y después me tomó del muslo, empujando despacio hasta hacerla desaparecer dentro suyo.
Me puse sobre su espalda y la abracé rodeando su estómago... luego de un rato comenzó a mover ella su cadera hasta hacer que me vacíe en su culo.
Esperé unos minutos y saqué mi pija de su escondite, produciendo un volcán de leche que salía por el dilatado agujero.
Nos fuimos a dar otra ducha y dormimos hasta el otro día.
Los dos días subsiguientes fueron de puro sexo ... probó mi leche y adquirimos como costumbre que antes de dormirnos su culo sería quien recibiera la ración diaria.
Después del evento en Esperanza visité a Sofía en su casa al menos una vez a la semana por un año aproximadamente, fueron de mis días más felices ... ella devolvía años a lo que decía mi documento, pero eran muchos años de diferencia y esto nos fue alejando.
Sofia quedó en mis retinas y en mi mente como una hembra infernal con cara de nenita y la que nunca pidió ni exigió nada más que pasarla bien, sin complicaciones.
A veces espero escuchar a mis espaldas esa voz diciéndome "hola tío ...".