¿Y sabes qué? Que tenían razón.
Tenían razón todos aquellas imágenes en Instagram y todos lo que me dijeron en algún momento, que cuando amas a alguien, nada importa, y es que sí .¿Cuántos escritos no he hecho diciendo que te iba a olvidar?, ¿Cuántas veces no le dije a mis amigas que no volvería a caer? La verdad es que son más de las que recuerdo, pero no importa, porque todas esas veces que me negué a irme sirvieron para algo, porque como aquel creador de KFC, toqué 700 veces a tu puerta y a la 701 me abriste.
Me da risa cuando me pongo a pensar en todo lo que tuvimos que pasar para llegar a donde estamos, porque rogué yo, rogaste tú, lloré yo, y tu también y aún así, nunca habíamos sido nada, pero ahora que si lo somos, siento este fresco pero a la vez el miedo, miedo de perder aquello por lo que tanto luchamos, y no me estoy quejando, para nada, el hecho de que hayamos tenido que pasar por tanto, hace que valoremos más lo que al fin conseguimos.
No sé cómo van a terminar las cosas entre nosotras, no sé si duraremos o no, pero pienso aprovechar el momento y aferrarme a aquel momento en el que mi corazón dijo "al fin". Ese momento en el que me di cuenta de que aún me querías y en el que me pediste que fuera eso que tanto había soñado con ser; tu novia.