Reencarne como la villana en un mundo feminista
CAPITULO 1 ¡SERE TÚ VILLANO!  
Marido y mujer eso es lo que éramos entonces cómo llegamos a ésta situación es lo que preguntaba mientras sacaba aquella espada que me atravesaba el pecho, mirando la fría mirada de quién se supone es el amor de mi vida.



-¡estúpida!- Grité con frustración, pero no pude escuchar ninguna respuesta, apretando los puños con fuerza , reprimiendo la irá acumulada en mi corazón y escupiendo una bancada de sangre me arme de valor, tome la espada incrustada en el cuerpo del rey demonio, con la poca fuerza que me quedaba, corrí directamente hacia la santa Helena, quién no se encontraba mucho mejor que yo, en un duelo a muerte sobre la tumba del demonio Morfeo nuestras Espadas chocaron una y otra vez no por nada la mujer frente a mí fue llamada La elegida de dios un "héroe" una persona destinada a acabar con el mal, pero en mi opinion,no es más que un títere en un show orquestado por los supuestos dioses y este es mi castigo por indagar la verdad, perdí a mis amigos , familiares y al amor de mi vida, todo a manos de esta mujer, en un momento de distracción helena me atravesó el hombro y las heridas se seguían acumulando. En ese breve instante gotas de sangre se deslizaron por su rostro, ése mirada que me pedía a gritos que la matara.



«Sí ya ha me había dado cuenta de qué ella, no era la mujer de la me enamore, todo no fue más que un asqueroso plan elaborado para destruirme y quien está detrás de todo si lo supe en el momento en qué mi espada atraso el corazón del rey demonio, quién más sí no aquella diosa de la noche la manipulación y engaño, la put@ de NIX»





Una vez más helena me golpeó con su espada esta vez llevándose mi brazo izquierdo, pero ella tampoco salió ilesa, tenía una enorme grieta que bajaba desde el costado derecho de su cuello hasta el pecho, pero aun así se mantuvo de pie y por primera vez en mucho tiempo puso una sonrisa en su rostro pronunciando con delicadeza mi nombre -Devén, estúpido-



«Por un momento me congele, hasta qué vi la punta de una espada a punto de volarme la cabeza, retrocedí tres pasos hacia tras y mire con furia a la mujer delante mi»



-Por fin apareces perr@- La cara de helena o mejor dicho Nix comenzó a distorsionarse  su expresión sé oscureció mostrando un gran disgusto hacia mí. 
«Tenía tantas preguntas en mente pero la final sólo había algo que quería confirmar»
-¿Porque?¡Porque lo hiciste!



-ja, un leve carcajada seguida de una risa histérica y demente sonó por todo el lugar cuándo escuche su respuesta



-¿porque? Me pregunto.. .Una ligera mirada de confusión era visible en esos grandes ojos azules, cómo sí me dijera ¿no lo sabes?  Entonces sus  hermosos labios rojos tal rubí enarcaron una juguetona sonrisa antes de responder -Es divertido



-¡estás loca!- Grite, luego me arrepentí de mis palabras al ver como no le importaba abalanzarse sobre mi sin darle importancia a la defensa prácticamente un ataque suicida si fuese en otro momento estaría feliz de clavarle la espada en el corazón y burlarme en su tumba pero no podía darme el lujo de morir, al menos no todavía, me centre en defenderme de sus constantes ataques esperando el momento correcto, cuando por fin vi una apertura la única oportunidad para matarla sin pensarlo abalancé mi espada, justo cuando estaba a punto de matarla una flecha me atravesó la pierna haciendo perder el equilibrio cayendo a merced de su inminente golpe, inclinando lentamente mi cuerpo evite un golpe mortal, pero aun así una fea herida que bajaba desde mi pecho a mi cintura, sabiendo que ya no podía volver con vida Decidí no contenerme y arrojar todo lo que tenía a un único golpe, como si leyera mis pensamiento su cara se tornó seria fría e implacable, sabiendo que después de hoy no habría más un mañana, sería como en el día de nuestra boda “hasta la muerte” sin decir nada nuestra mirada se encontró y en un parpadeo el sonido metálico lleno el aire, el polvo cubrió nuestras siluetas y en ese mismo segundo se soltaron más de cien golpes al final del encuentro, nos encontrábamos espalda con espalda a los ojos de un extraño seriamos

Un hombre de ojos negros y cabello rojo y una  mujer rubia ojos azules, pero en mis ojos solo veo un demonio con forma de mujer y "yo" el amante de este demonio, el silencio se apoderó por unos breves segundos hasta que helena cae de rodillas

Tomando aire caminé  lentamente hacia la moribunda mujer, que incluso en su lecho de muerte no cambia esa estoica expresión



«Me pregunto dónde todo comenzó a salir mal, creía que sería hasta que la muerte nos separe pero no quería que la causa de su muerte fuera yo»



Con cada paso que daba un enorme dolor recorría cada parte de mi cuerpo, tambaleando un paso tras otro cada segundo siento que pierdo la vista, el tacto en general cada sentido de mi cuerpo prácticamente no existe caminando por pura fuerza de voluntad, tomando por la empuñadura lo que quedo de mi espada de doble filo que no es más que ahora no es más que un trozo de metal inservible me acercó lo suficiente, mientras le clavo la espada en el corazón y con mis últimas fuerza le digo:



-tu  que un día  fuiste llamada héroe, alaba y respetada pero sabes todo buen héroe necesita villano, pues entonces seré tu villano.





Morí…





















































Luego morí, o eso es lo que debería haber hecho como termine en esta situación, estaba acostado en algo cómodo y suave al parecer una cama, pero ese no es el problema, si no mi cuerpo que pasa con esto, es tan absurdo, me preguntaba mientras veía la hermosa silueta reflejada en ese ese espejo.



«Piel blanca como la nieve grandes ojos negro brillante y una hermosa cabellera desplomada hasta mi cintura un rostro delicado en contraste con ese delgado cuerpo tal escultura si tuviera que decirlo, una obra de arte, pero ese no es el problema, ni tampoco el hecho que parezco haber reencarnado sino el simple hecho de en quien reencarne estoy seguro que esto fue hecho por esa zorra de Nix, ni muerta puede dejarme tranquilo»



La primera vez que desperté en este cuerpo fui bombardeado por una gran cantidad de recuerdos, Lilian era el nombre del dueño anterior de este cuerpo, la joven señorita de una prestigiosa familia noble, que al hacerle un berrinche  a su sirvienta no vio por donde caminaba, tropezó cayendo por la escaleras.

«Si mi vida es put@ mierd* de todas las cosas que pudo haberme pasado me reencarne en una mocosa malcriada de quince años, casi me desmayó en el acto, cuando me entere, como todavía no me encontraba bien me recosté en la cama asimilando esta situación,  por un momento me detuve a pensar en esa pobre criada, probablemente esté muerta y todo por esta mocosa, por mí, quien ahora tendrá que asumir el control de este cuerpo»



Después de breve momento de luto, se abrió la puerta entró una mujer alta pelirroja ojos negros piel de porcelana, no supe cómo reaccionar así que fingí estar dormido, la mujer posó sus manos sobre mi cabeza tratando de mentir la temperatura de mi cuerpo me resultó un poco incómodo, pensando en cómo resolver la situación actual, al final antes de que la mujer se fuera abrí los ojos 



-¿Quién eres?- ¿Dónde estoy? ¡Qué me has hechos! El pánico era evidente en su rostro si decir una palabra la mujer se arrojó a mis brazos, me abraso y sus suaves palabras me llegaron al corazón, por un momento recordé aquella mujer me cuido en mi niñez.                  -Tu madre- Respondió la mujer pelirroja lo que ya sabía pero tendría que parecer un poco ignorante debido que no asimilado toda la información de este cuerpo.

«Creo que su nombre era Beatriz, disminuí mi respiración, procedí a dormir, o al menos fingir que eso hacía, no estaba preparado para esta situación, no puedo decirle que tome el cuerpo de su hija y que paso con su hija esa otra pregunta que ha estado rondando mi mente desde que me desperté»