A veces quisiera poder esforzarme un poco máspara que nadie sea capaz de notar mi tristeza o mi negrura.Poder sonreír y decir que estoy bien o que todo bien ante la pregunta,aunque no lo esté, solo para no tener que hablar de lo que ocurre,porque aunque suela ocurrir al contrario, sacarlo así de mí, me mata.
He pensado en no salir mientras me encuentre así,pero entonces, no saldría casi nunca.Pero lo cierto es que estoy expandiendo mi nube grisallá por donde voy y con quien me encuentro.No soportar el contacto en lo más mínimoy tampoco hablar del tema pero tampoco sé de qué hablaro si lo sé, no me siento capaz de pronunciar palabrasin sentir pesada mi espaldabajo la carga de esta muralla que me ata.
Aunque no sirve de nada, pido perdón.Perdón por las manchas que voy dejando a mi paso.Estoy tratando de limpiarlas, pero no doy a basto.Lo sé, nadie puede engalanarse todo el ratode la voluntad de mostrarnos como queramos:alegres, fuertes u optimistas pero,mi mente está sobre el asiento de una noria que no para,está en el fondo del agua de un pozo hondodel que quiero creer que soy capaz de escapar,pero aquí estoy mientras tanto observando una luz titilantey cuento cuántos metros me quedan por recorrercon la suerte... de no ahogarme.