Yo, que te miro
como si fueras mi diosa,
cosa que eres,
que te toco
con el cuidado que mereces
y el deseo que provoca verte,
sentirte, olerte.
Y tú,
tú que de todo eres quien destaca
como la belleza en una fotografía macro,
que eres el milagro
de ser amor
cuando al amor lo creía
pura leyenda urbana,
un cuento, una historia mala.
Pero apareces como magia
y me desordenas el orden de mis creencias
para creerte a ti.
Y no sé explicar bien todo lo que siento
pero está claro que
me haces feliz.