Hoy es uno de esos días en los que mandaría todo a la mierda, en los que o sé cómo me voy a levantar al día siguiente y paso de todo. Todo me da igual, pero a la vez todo me parece mal y espero sin quererlo con ansia el momento de escuchar cualquier cosa que me puede hacer saltar .
Hoy es uno de esos días en los que en un segundo puedes cagar todo lo que has ido construyendo en días. Solo con abrir la boca.
Hoy es uno de esos días en los que la mirada te delata y tampoco lo puedes evitar. Simplemente parece que hasta tus mejores amigos te caen mal.
Hoy es uno de esos días en los que por desgracia, odias todo lo que odiabas antes, más lo que te hacía feliz.
De hecho,
Hoy es uno de esos días en los que odias hasta la misma felicidad. Porque te da rabia. Y no lo de los demás, si no la tuya propia.
Ves el mundo de otra forma. Lo ves igual de Nietzsche, y te cuesta aceptarlo. Pero odias la felicidad porque te parece falsa.

Pero te parece falsa porque has dejado de creer en ella. En realidad, puesto a que tienes dos verdades: la supuestamente utópica, que es en la que crees en la vida y en la gente, aunque sin olvidar la realidad más objetiva; y la verdad de que todo es una mierda, todo es falso y equívoco. Repito, puesto a poseer estas dos verdades, ¿para qué elegir la que no te deja vivir?

Un saludo y paz.