Alguna vez alguien dijo “es mejor hablar las cosas que callarlas” pero creo que es mejor escribirlas, desahogar con palabras que describan lo que sientes, decir la cruda verdad sin temor a que te juzguen o piensen que estás loco.
Las letras son la hermosura de expresar tus sentimientos y maldecir si se te la gana porque ellas guardan tus mejores secretos, son testigos de lo que te atormenta o te hace feliz, siempre puedes confiar al escribir y tal vez algún día alguien lo lea, pero será tarde para que puedan hacer algo.
Escribir es el consuelo de los poetas o la misericordia de los perdidos, es más fácil escribir que hablar pues las palabras representan mejor las cosas y embellecen tus pensamientos. Crean ideas, poesía e historias sublimes que en algún momento alguien contemplará.
Este es un instrumento que pocos usan o simplemente esconden como un gran misterio, además permite que la imaginación vuele, no hay límite en la escritura y lo mejor es que se puede hacer sobre lo que quieras un papel, cuaderno, máquina, computador o cualquier otro soporte que se te venga a la mente como los grandes artistas que improvisan.
Al final escribir es la manera más profunda de leer la vida, es un arte en todo su esplendor que se debe admirar, puesto que la originalidad comunica grandes cosas entre ellas sentimientos que pueden tocar tu corazón e incluso salvar tu vida.