Somos almas unidas por más que una conexión, por luchas, dolores, alegrías, tristezas, vergüenzas, no somos amistad, somos hermandad. Seres sublimes que te conocen todo y te aman como eres, locos que te sacan una sonrisa con solo verlos y escucharlos, que alegran tu día con su presencia.

Somos la equivalencia de años de acompañamiento, apoyo, consejos, regaños y  momentos compartidos que se convierten en una vida de aventura .

Somos una extraña combinación pero especial, seres fieles en su máxima expresión, porque si le hacen daño te hacen daño a ti, sientes que darías cualquier cosa por su  felicidad. Aunque no se tenga la misma sangre o estén a distancia, sabes que están ahí.

Somos la definición de lealtad, amor fraterno sin condiciones y límites, de esos  que levantan tu ánimo y hace que ese mundo oscuro y vacío de repente parezca brillante y pleno, porque se tiene un mismo sentimiento y a pesar de que a veces nos perdemos siempre tendremos a quien volver.

Somos el ejemplo de que la unión hace la fuerza, porque juntos somos mejores, con objetivos diferentes pero la misma meta de triunfar como enorgullecerse por el éxito del otro. Un amor que se hace fuerte con los años creando historias que cuentan lo inefable de la amistad.

Por eso no somos amigos, somos hermanos, somos familia.