Ella es esa chica que siempre entrará por la puerta de atrás,
que siempre esconderás y aquella de la que nunca hablarás.
Porque es secreto, porque nadie nunca lo puede saber.
No te atreverías a caer tan ridículamente bajo,
saliendo con ella y exponiéndola a los demás.
No se puede, no es como las demás.
No tiene cara bonita, no tiene cuerpo perfecto,
no tiene una bella sonrisa, no le gusta el rock,
ni salir a fumar con tus amigos.
Nunca colaría en tu grupo social.
Jamás la presentarías como amiga
porque temes que tus amigos se burlen de ti,
y porque ella es diferente a todas las demás.
Por eso mejor ignórala, no le digas nada en público,
no las saludes, no la determines.
Lo máximo que puedes hacer será mirarla de reojo,
sin que nadie nunca se dé cuenta,
pues ya te lo dije, ella no es como las demás,
no te avergonzarías de esa manera por saludarla en la calle
y quedar mal con tu amigos, No no, eso nunca.
A ella, escondámosla. A ella no la determines,
no le des ni un sola señal de cariño,
ni una expresión, ni una palabra, ni un gesto, ni una caricia...
No la vayas a cagar, porque ella es humana y siente,
pero no es como las demás, las que te gustan, no se lo merece.
Ella no es de esas chicas hermosas que no te da pena saludar en la calle.
Ella es de esas chicas reservadas, que no fuma,
no bebe en exceso, no sale cada fin de semana,
no le gusta la música pesada, y peor, no le agradaría a tus amigos.
Ella por el contrario es de casa, de estar pendiente de su estudio,
de entregarse a una persona, de saber elegir sus amigos,
de ser amable y educada con la gente.
Y claro, como no es como tú, no se lo merece.
Escondámosla, ella no es una chica de exhibir en la calle.
No no, nunca, qué tal.
Por lo tanto, sigámosla escondiéndola, sutil muy sutilmente,
sin que ella sospeche de que me veo
y me cojo a alguien más, o a algunas más.
Es mejor así, con las demás sí puedo salir
y a ellas si las puedo presumir y hasta saludar.
Pero a ella.. .
aunque parece que sospechara lo contrario.
A ella dile que lo hace exquisito, y que más que su cuerpo,
la extrañas a ella en sí cuando no se ven.
A ella dile que te provoca lo que con otras no,
y que ha sentido sexualmente lo que con otras no.
A ella pregúntale si se ve con alguien más,
y hazle saber que te importa demasiado
como para que deje o se abstenga de hacerlo.
Sin embargo, no te excedas.
A ella no le vayas a dar mayor importancia,
porque lo peor que harías es ilusionarla,
sabiendo que solo quieres cogértela.
Por eso, cuando sientas que se está interesando demás por ti
y se está saliendo de lo sexual, háblale de alguien,
cuéntale de una chica con la que estuviste o hablas,
ignórala a ratos mientras le escribes a otras chicas en todas sus narices,
o sal a la calle con una chica de las que te gustan
y asegúrate de que ella te vea y a lo mejor se sienta algo mal.
Pero fíjate bien de que eso a ella le deje las cosas claras.
Porque ella es de esas chicas que solo te sirven para coger,
pues sabes que estará para ti cada que quiera,
y la podrás manipular...y casi la podrás obligar.
Ella es de esas chicas que siempre estarán a tu disposición,
donde quiera y como quieras,
porque indirectamente la tienes comiendo de tu mano.
Además, no importa si ella es de esas chicas
que cuando le hablas todo fluye y hasta te hace sentir mejor.
Eso no importa, lo que importa es que ella siempre quiera más y más contigo,
aunque el que realmente se esté enganchando sea otro…tu, quizás.
Ella es de esas chicas que al final de la noche
podría acompañarte en tus pensamientos más oscuros
y hasta en tu noche más solitaria. ¡Pero vaya estupidez!
Ella no es tu tipo, nunca encajaría contigo,
con tus gustos, tus amigos… ella solo sirve para una, o bueno, dos cosas.
Quitarte las ganas y esconderla a la perfección.
Pero tú sigue… cogiéndotela, mintiéndole,
menospreciándola, escondiéndola,
al final de cuentas no es ella quien está perdiendo,
es aquella persona que la cree tan poco,
que para sentirse importante necesita esconderla.
Pero algún día querido, la vas a perder,
y ese día recordarás lo bien que la pasaron juntos,
lo mucho que se rieron, se enojaron, se besaron y se cogieron.
Ese día cariño, ella ya no querrá volver a tus brazos,
porque sabrá que alguien como ella necesita volar,
ser libre, ser valorada y no ser escondida por alguien
que no la supo apreciar a plena luz del día
sin importar que ella y solo ella, no fuera como la demás.
-A