Aunque aún en sus inicios, son ya muchas las organizaciones que están aplicando el gran potencial de esta tecnología para fortalecer su cadena productiva, ayudando en el análisis de datos masivos que les permite mejorar sus procesos de I+D y la gestión de plantas.
En la industria del automóvil, por ejemplo, la IA crea importantes oportunidades para que los fabricantes de vehículos reduzcan los costes de producción e introduzcan nuevas fuentes de ingresos, incluida la tecnología de autoconducción, el mantenimiento predictivo y la optimización de rutas.
Un ejemplo claro de la potencialidad de la Inteligencia Artificial en el sector de la automoción es la asociación del Grupo PSA con Inria, Instituto Nacional Francés de Investigación en Informática y Automática, para desarrollar un laboratorio dedicado a esta tecnología. El principal objetivo de este lab es aumentar la eficiencia y confiabilidad de los resultados obtenidos por los métodos de Inteligencia Artificial aplicada en la industria en torno al vehículo autónomo e inteligente, los servicios de movilidad, la fabricación, herramientas de concepción, el diseño, el márketing digital, así como la calidad y las finanzas.
