Para poder trabajar en prevenir y disminuir la conducta agresiva dentro de las instituciones se debe trabajar en varias vertientes al mismo tiempo:
Si no logramos prevenir la conducta, existen protocolos de cómo actuar ante situaciones de bullying.
Puede ser de utilidad el documento editado por UNICEF sobre cómo actuar ante una situación de acoso escolar. Cuando cualquier miembro docente o directivo de un centro educativo es informado sobre una situación de bullying o la percibe es el responsable de hacer cumplir el protocolo .Esto exige una intervención rápida pero no precipitada, que garantice el derecho de los estudiantes. El objetivo de esta intervención es conseguir que el bullying pare y no vuelva a ocurrir. Es importante dar una prioridad a la discreción y a la confidencialidad. Solo los profesionales e implicados deben conocer los hechos.
UNICEF nos da una guía de actuación con ocho pasos a seguir.
Es importante no restar importancia a las denuncias de los estudiantes. Escuche con respeto sin minimizar ni ignorar las denuncias. Es importante que el denunciante se sienta escuchado y sea tomado en cuenta.
Es importante, ante una denuncia de acoso escolar, informar al director del centro educativo o de la institución. Es importante recalcar, que la falta de implicación de la dirección, no debe suponer un frenazo a la aplicación de las medidas de este protocolo.
Realizar las acciones necesarias para que pare el acoso y vigilar que no se repita. Cuando se atiende una situación hay que tener cuidado de hablar por separado con cada persona implicada. No hay que enfrentar de forma directa al agredido con los agresores. Hay que evitar la mediación entre iguales, por lo que es de suma utilidad atender a las partes implicadas de forma privada, evitando la publicidad, para evitar más agravios.
El miembro del centro educativo responsable de lidiar con la situación debe comunicarse con el padre, la madre o responsable del presunto agresor, de la víctima y de los posibles testigos, evitando que sean citadas el mismo día o a la misma hora.
La entrevista debe ser personalizada y diferente según sea la parte implicada. El objetivo fundamental en todos los casos es conseguir la mayor confidencialidad posible. Es primordial dejar claro que la responsabilidad de detener el acoso es colectiva (profesores, familias, profesionales, implicados).
Tanto si se confirma la existencia del bullying como si no, el propósito del protocolo es garantizar la protección de los colegiales.
Las medidas no deben ser solo sancionatorias, es preciso que sean preventivas, formativas y socioeducativas con el fin de apoyar el desarrollo del individuo. Estas medidas no deben ser solo puntuales, sino que será necesario un seguimiento continuo de las mismas.
Recordar que es un proceso de prevención y sensibilización de otros incidentes de bullying.
El tema del acoso es muy complejo y se puede abordar desde diferentes vertientes. Afortunadamente, existen muchos trabajos de investigación recientes gracias a la globalización de la información. Para quién desee profundizar en este tema puede encontrar más información en estos sitios: