No sé qué hago contigo aquí.
Se me está yendo la cabeza por momentos,
y para entonces no puedo respirar.
Me miras fingiendo amor;
interpretas una copia de ti que no eres tú,
que son otros, solo para parecer normal.
Quieres controlarme, pero
no soy de ti, no tienes potestad.
Yo te quiero odiándote.
Solo pienso en ir hasta la puerta
y perderte de vista, marcharme.
Que estoy cansada
de que digas quererme, matándome;
que me estás quitando la vida
de tanto tensar la cuerda
sobre mi cuello.
Si me vas a querer así,
mejor no me quieras.
Así no, así no quiero.