Me miró, y se inundó de destellos la profunda guarida que siempre estuvo oscura.
Porque son góndolas en transparentes canales de Venecia. Porque son alivio en quemaduras de tercer grado.
Me miró, y sentí pisar cráteres lunares en el asfalto a la vez que sentí el limite entre mi imaginación y su realidad.
Porque eleva almas al Nirvana .
La miré, naufragué en sus ojos oceánicos, me sentí velero en tormenta, fui un intrínseco tsunami que marea.
Porque son la quimera, la primera aurora que llena de orden y esperanza cualquier inerte y caótico aura.
La miré, y supe que era petrificarse, que fue maestra de Medusa, y mortales desean esa diamantina mirada turquesa.
Porque son lazos desatados, lázaros desvendados, carcajadas en silencio, dunas en lagos de dudas y brillantes velas en largas noches.
- Hay ojos que aunque no los veas, te van a mirar eternamente.