Ven a vencerte conmigoen la calma de la oscuridadque desprenden mis madrugadas,cuando ya he fumado todo lo que me mata.Allí cuando ya me quedo desarmaday sin más espanto que la sombra de tu ausencia.No quiero abrazarme ni una noche mása la fulana que nunca me falla sin llamarla,llamada soledad.
Pero no la quiero a ella,no busco otros brazos, otras piernas,que rodeen mi cuerpopara encontrar auxilio ni amor ni deseo.Soy un cuervoesperando el milagro de la nochedonde, al menos, apareces en mis sueños.
Pero ni siquiera allí te creoposible.