Mi pareja tiene problemas de erección y no sé cómo actuar. Si es tu caso, nosotros hemos redactado un artículo con ideas que pueden ayudarte mucho, e indirectamente pueden hacer lo propio con tu pareja.
Hablamos de una situación que puede ser muy incómoda y abrumadora, incluso cuando se trata de parejas estables que llevan mucho tiempo juntas .
Según datos del DSM-5, la prevalencia de disfunción eréctil parcial o completa es de más del 50 % en varones de 40 a 70 años, y aumenta con la edad. Afortunadamente, la mayoría de los afectados puede tratarse con éxito.
“El verdadero amor no es el amor propio, es el que consigue que el amante se abra a las demás personas y a la vida; no atosiga, no aísla, no rechaza, no persigue: solamente acepta”.
Problemas de erección: ¿a qué se deben?Hay muchos factores que pueden influir, contribuyendo o siendo un obstáculo, para que una erección se produzca. El primero que hay que descartar es el biológico. Puede existir un problema orgánico que haga que las erecciones no se produzcan. Por eso, cuando el problema se mantiene en el tiempo es muy recomendable comentarlo con el médico para que este nos ayude a descararlos.
Sin embargo, lo que sabemos es que la causa más frecuente cae del lado de la psicología. Ten en cuenta que los altos niveles de estrés y la ansiedad pueden llegar a afectar. En momentos en los que hay muchos problemas (trabajo, estudios, etc.) pueden presentarse de manera frecuente.
Intenta no culparteLos problemas de erección rara vez tienen que ver con que nuestra pareja haya dejado de resultarnos atractiva. Sin embargo, para muchos es prácticamente un automatismo comenzar a darle vueltas a esta idea. La persona que no tiene el problema también puede empezar a hacerlo.
En un lado, en el otro, o en los dos, el mayor inconveniente de alimentar este tipo de pensamiento es que, al hacerlo, también aumenta la presión; por lo tanto, las condiciones se vuelven mucho más complicadas para tener la erección deseada.
Si esto se presenta frecuentemente y es algo que os afecta negativamente, es momento de buscar ayuda profesional. Descartada la causa médica, un psicólogo o un sexólogo puede ayudaros a resolver esta situación.
¿Qué puedo hacer?“Mi pareja tiene problemas de erección”, puede resonar casi de manera constante en tu mente, generando, además de ansiedad, también malestar. ¿Por qué se producen este tipo de situaciones?
Cuando hay problemas para lograr una erección, muchas personas creen que se trata de un asunto única y exclusivamente del hombre. Sin embargo, la verdad es que ambos debéis trabajar juntos. Estar unidos puede ser la clave del éxito si deciden hacer terapia para tratar las disfunciones sexuales.
El acompañamiento y validación emocionalLa compañía es importante, pero la que es significativa lo es todavía más. Puede que para ti sea una tontería. Quizá pienses que lleva unos días muy malos en el trabajo o que tenga problemas con su grupo de amigos y no le des más importancia al problema de erección.
Sin embargo, es importante que te pongas en su lugar, que partas de su concepción si realmente le quieres ayudar. Quizás después de hablar contigo termine pensando lo mismo que tú, pero difícilmente le vas a poder ayudar si no partes de ahí.
Por otro lado, sentirse arropado, en el sentido de que es un problema de los dos en el que los dos, como grupo, como pareja, vais a pensar para encontrarle una solución también ayuda mucho. Solo adoptando esta posición ya tenemos mucho ganado para que la persona con el problema descarte la idea de que ha decepcionado a su pareja.
Tener la certeza de que cuenta contigo, de que no lo juzgas y de que lo acompañas son factores con mucho peso a la hora de gestionar la ansiedad, que puede ser la causante de los problemas de erección.
Incluso si se trata de algo biológico, el estrés de que pueda repetirse el evento genera muchísima angustia y puede ser bastante complejo para los hombres.
La comunicación es claveCuando hay problemas de erección es comprensible que para tu pareja sea un momento muy angustiante, y seguramente estará pensando en escenarios muy malos. Allí es cuando tienes que ayudarle a comprender que lo entiendes, que son cosas que pasan y que no hay nada malo en ello.
Mantener una comunicación abierta, honesta y sobre todo con mucho amor le ayudará a disminuir la ansiedad y el estrés de pensar que pueda volver a sucederle en el futuro.
Expresad lo que sintáisHablad de lo que sentís y pensáis. Un error común es hacer como que nada pasó y no conversarlo, y es justo allí donde se incrementan los problemas.
Tu pareja no es adivina, no puede saber lo que pasa por tu mente. Al callar, solo le das la posibilidad de imaginar lo que puedes estar pensando y esto puede ser muy perjudicial.
Recuerda siempre hablar con mucho amor, pero con honestidad. La comprensión es fundamental para poder solventar este tipo de situaciones.
Para muchas parejas la sexualidad se limita al acto de la penetración, pero la verdad es que va mucho más allá. La sexualidad es extensa y rica en formas de expresión que ambos podéis llegar a disfrutar, incluso mucho más que el coito.
El juego previo, las caricias, los masajes, el uso de juguetes, etc., pueden ayudar a dar un giro a la vida sexual de cualquier pareja.
En la intimidad, el abanico de propuestas válidas, divertidas y emocionantes suele ser mucho mayor que el que consideramos. Un mundo del que solemos conocer una minúscula parte, prácticamente como si redujéramos nuestra vida al camino al trabajo, al supermercado o al colegio de los niños. No olvides que lo importante es que los dos disfrutéis.