En la nueva comedia romántica adolescente Yo soy Simón (o Love, Simon), el protagonista interpretado por Nick Robinson declara: “Ya me cansé de vivir en un mundo donde no puedo ser yo.
Me merezco una historia de amor grandiosa”.
El que la tenga podría considerarse casi revolucionario: con esta película, 20th Century Fox se convierte en el primer gran estudio hollywoodense que en tiempos recientes se arriesga a respaldar una película protagonizada por un personaje homosexual. El resultado es un filme hecho con 17 millones de dólares que resulta oportuno, pero también hace que nos preguntemos: ¿por qué les tomó tanto tiempo?
En las comedias románticas adolescentes de los grandes estudios, el personaje gay suele ser el solidario mejor amigo que dice ocurrencias y ofrece consejos sabios sobre las relaciones o la moda… a menos que vaya por un camino más oscuro .
A diferencia de varios de los personajes en esas películas, Simon Spier, de 17 años, es más similar a los que interpretaba Molly Ringwald en la época de oro de las comedias románticas adolescentes de los ochenta, como Sixteen Candles, El club de los cinco y Pretty in Pink.
Yo soy Simón es una comedia romántica, una historia sobre la madurez y también es un misterio, pues Simón intenta descubrir la identidad del amigo del que se ha enamorado, luego de cruzar muchos correos electrónicos. El filme se basa en la novela adolescente de Becky Albertalli Simon vs. the Homo Sapiens Agenda (2015).
Albertalli, que también es psicóloga clínica, dijo que se basó en sí misma y en sus experiencias durante la preparatoria para crear a Simón. Dijo que su trabajo con niños homosexuales también le dio “una idea general de algunos de los problemas que enfrentaban los chicos de la comunidad gay”.
Greg Berlanti, el director de la película y productor ejecutivo de series de televisión sobre superhéroes de DC Comics, recuerda que en sus primeras reuniones con los ejecutivos de 20th Century Fox, les dijo: “Creo que es genial que se comprometan a hacer películas como esta. Me sorprende que aún no haya una”.
Trabajar en el filme fue una experiencia emotiva para él. “Me llenó un vacío que ni siquiera sabía que existía”, dijo Berlanti. “Me hizo sentir algo que no podía identificar del todo”.
Explicó que cuando las personas LGBT miran la mayoría de los filmes románticos, “no siempre lo experimentan tan visceralmente, porque debes imaginar: ‘¿Qué pasaría si este personaje fuera gay?’”.
“Te acostumbras a existir en un mundo así y ni siquiera te das cuenta de todo el ejercicio mental que implica ver que todos los demás sí están representados en las historias de amor de las películas más comerciales”, dijo.
Ese esfuerzo adicional no es necesario en Yo soy Simón, añadió Berlanti.
Como la prueba de Bechdel, la cual examina cuán a menudo los personajes femeninos hablan acerca de otra cosa que no sea un hombre, el grupo de monitoreo de medios y promoción de figuras LGBT Glaad tiene la prueba Vito Russo para los personajes homosexuales. Para que una película pase la prueba, debe tener un personaje protagónico LGBT que no solo se defina por su orientación sexual o su identidad de género y que tenga la importancia suficiente para afectar la historia si se eliminara. Yo soy Simón cumple con esos requisitos.
Parece que los estudios aprenden una lección cada año. Pantera Negra demostró que a una película basada en la cultura africana y de personas negras le puede ir bien en la taquilla internacional. En 2017, Mujer Maravilla, La guerra de las galaxias: los últimos jedi y La bella y la bestia demostraron que las protagonistas pueden estar en la cima de la taquilla.
¿Acaso Yo soy Simón demostrará algo similar acerca de los personajes gays?
Berlanti está muy consciente de que la prueba más importante que enfrenta el filme son los números en taquilla. “Mucha gente me ha dicho que esta es la película que desearían haber visto de niños”, dijo Berlanti. “Y ahora que ya hay una, queremos que los niños de hoy puedan verla. De verdad necesitamos que todos vayan al cine y les demuestren a los estudios y a las personas que una película como esta puede ser tan increíble como las que tienen protagonistas heterosexuales”.