Quién me va a besar estas ojeras
que ocultan mis historias sufridas.
Quién va a lamer mi sangre
escurridiza por la piel.
Vienes y caminas de puntillas
como si fuese de cristal
para dar una patada y quebrarme
para empezarme a romper.
Tú que hablas de miedo
y es lo primero que me das de comer.
Quiero hacer huelga de hambre
para que cedas a subastarme
la caricia a cambio de quererte bien.
Que dejes de temblar
cuando te digo de quedarme,
y dejes de pensarte tanto
qué va o no va a suceder.
Que me haces daño.
Para, quédate
.