Definitivamente era rara, no como aquellos que dicen serlo y se esfuerzan por ser únicos, no, ella era realmente extraña... ese tipo de chicas que no te encuentras todo el tiempo, chicas extintas .
Fuí feliz, pero haber sido tan jovenes no hizo más que aportar en malas decisiones, y en un tumulto de decepciones que provoqué. Y entonces, esos lindos ojos que tanto amé llenos de dulzura y alegría, se convertieron con el tiempo en un triste y opaco color café. Ya no había esperanza en ellos, ya no había nada de lo que me enamoré. Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, no me dí cuenta que un maravilloso desastre podría convertirse también, en un demoledor huracán lleno de odio, lágrimas y tristezas contenidas. No supe lidiar con su carácter de mierda y su locura desbordante. Huí, y fué el acto más cobarde. Fuí un cobarde. Arruiné un hermoso conjunto de rarezas, vacié esa caja llena de inocencia y la convertí en dolor, terribles esperanzas y falsas ilusiones.
Volver a verla y ver que todo en ella irradia un profundo dolor me partió el alma, y justo cuando sus ojos me encontraron, fui consciente de algo por primera vez en mucho tiempo.
Ella se quedó con una parte de mí, una parte que solo una loca como ella pudo haber tomado como suya. Nunca más volví a enamorarme de un desastre tan hermoso, y nunca más volví a encontrar algo igual.