cuándo finalmente llegamos lo tomaba un poco desconcertado y debo admitirlo me encantaba ver su tonta cara de inquietud me parecía tierno, mientras estábamos escojiendo qué haríamos de un momento para el otro daniel y yo quedamos solos, la verdad creí que me pediría que le explicará porque lo bese y rápidamente respondi, estamos a mano, o fue que no té gusto?
le dije en tono sarcástico y agrege además eso ni siquiera se considera un beso pero él se me acercó me arrinconó en el estante deslisando su mano enmi cintura y delicadamente rozó sus labios con los míos luego a centímetros de distancia entre el y yo salio un leve susurro de esos carnosos labios, ¿quieres que té lo duestre?
De.. mos...
Me beso, lo más frustrante de todo fue que no pude evitarlo y me deje llevar, por un breve instante sentí que todo se detuvo y solo quedabamos el y yo, luego como por arte de magia todo comenzó a moverse nuevamente, pero me quede un poco pensativa más bien aturdida, que fue eso? Me pregunte.
Lo que ocurrió luego no fue tan interesante, comimos justos y al final nos despedimos, cada uno tomó su camino y regresamos al comienzo,
Llegó la noche y no puedo evitar pensar en el, lo que sucedió no puedo disimularlo, solo espero no olvidar por que estoy aquí.